De las 6.500 millones de personas que viven en nuestro planeta, más de 850 millones no se alimentan bien, y alrededor de 2.000 millones sufren de desnutrición, por falta de proteínas, vitaminas y elementos minerales.
Las empresas semilleras transnacionales afirman que las plantas genéticamente modificadas (PGM) podrían contribuir a resolver este problema. ¿Qué credibilidad acordarle a sus dichos?
Más de las dos terceras partes de las poblaciones insuficientemente alimentadas son familias campesinas minifundistas (pequeñas propiedades) equipadas solamente con herramientas manuales y dotadas de sistemas de cultivo y cría de animales insuficientes como para alimentarse por sí solas o permitirles comprar alimentos.
A estas se suman aquellas que, extremadamente endeudadas o empobrecidas, se apiñan en las villas miseria sin conseguir empleos remunerados. Es pues mediante un incremento de la productividad y los ingresos agrícolas de los campesinos más pobres que se logrará reducir la prevalencia del hambre y la desnutrición en el mundo...
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