En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

Involución y deriva conservadora en la Iglesia Católica chilena

Cuando la sal pierde su sabor

La Iglesia Católica chilena se ganó durante los años setenta y ochenta un merecido prestigio internacional por su defensa de los Derechos Humanos y por su decidido compromiso con la democracia y la justicia social. Esta actitud no fue una sorpresa en América Latina.

Ya en los años cincuenta varios obispos y sacerdotes chilenos manifestaban un fuerte compromiso con causas sociales que les llevaron a enfrentarse a los intereses de la elite conservadora, como el recordado Obispo de Talca Manuel Larraín, precursor de la reforma agraria, o el mismo San Alberto Hurtado, tan venerado en este tiempo pero también tan denostado por la derecha durante toda su vida. O el caso excepcional de Clotario Blest, fundador de la CUT, y profeta popular. A partir de este tipo de experiencias, una parte importante del catolicismo chileno buscó formas concretas para hacer de la Iglesia “Sal y Luz” (Mt. 5, 13-14) en un tiempo de cambios revolucionarios.

"Fueron años dorados, fue maravilloso", recuerda Mons. Jorge Hourton, al comentar los días en que ejercía como Obispo auxiliar de Santiago, junto al Cardenal Raúl Silva Henríquez. Eran los tiempos en que él y otros prelados decidieron transformarse en "la voz de los que no tienen voz", frente a una dictadura que clausuró el Parlamento, proscribió los partidos y sindicatos e inició la persecución de quienes apoyaron al Gobierno del presidente Salvador Allende. Sin embargo, en su memoria se mezclan también el dolor y la insatisfacción por la evolución que esta Iglesia ha vivido en los últimos años...

Artículo completo: 268 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de julio 2007
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl

Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl

Álvaro Ramis

Álvaro Ramis es teólogo, ex presidente de la FEUC y actual investigador del Centro Ecuménico Diego de Medellín.

Compartir este artículo