En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

La serie de televisión creada por David Chase

“Los Soprano” y sus mujeres

La difusión de Los Soprano comenzó en enero de 1999, y ya lleva ochenta y seis episodios de una hora. Mirarla entera equivale a ver una película que abarcaría ocho años, con interrupciones causadas por nacimientos, muertes, incursiones terroristas y guerras que pueden llegar a durar bastante más que la serie: “¿Entiendes que van a bombardear Irán?”, pregunta A.J. Soprano a su padre en un episodio reciente...

Dr. Melfi: ¿Qué teme usted que pase? Tony: ¡No sé! Pero algo. ¡No sé! Los Soprano, temporada 1, episodio 1.

Tanto en su factura como en su forma, la serie Los Soprano parece ser un producto televisivo completamente nuevo. Una mirada banal indicaría que podría haber sido vista como un invento de escaso potencial: mafioso de segunda clase, que lleva una vida aparentemente confortable en la periferia de Nueva Jersey, empieza a regañadientes una terapia, a raíz de unas crisis de angustia. En apariencia, el retrato de un mafioso padre de familia, en plena crisis de los cuarenta, desafiado por sus hijos adolescentes, con una mujer obnubilada por las conveniencias y una madre insoportable, rodeado de socios criminales que le replican con impertinencia, hace de la serie una incisiva sitcom, cruzada con elementos más sombríos (como por ejemplo el hecho de que la madre y el tío de Tony lleguen a planear su asesinato), que recuerdan satíricamente a un soap dinástico a la Dallas.

Es por eso que, al principio, Los Soprano corrió el riesgo de tender hacia una caricatura jovial, que exageraba el abismo entre el oficio del héroe (“asesor en reprocesamiento de desechos” que participa en una docena de extorsiones y fraudes varios, que van del dumping ilegal a los empleos ficticios, pasando por las apuestas deportivas y las especulaciones inmobiliarias) y las ornamentaciones típicas de su vida familiar de nuevo rico en West Caldwell, con la panoplia de muebles Roche-Bobois y el sofisticado home cinema en el que su mujer, Carmela, mira El Ciudadano por recomendación del (...)

Artículo completo: 346 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de noviembre 2007
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl

Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl

Geoffrey O’Brien

Director de la editorial Library of America; autor de Sonata for Jukebox: An Autobiography of My Ears, Counterpoint, Berkeley (California), junio de 2005; y de Red Sky Cafe, Salt Publishing, Cambridge (Reino Unido), marzo de 2005. Este artículo se publicó en The New York Review of Books el 16 de agosto de 2007.

Compartir este artículo