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La UP y el mundo

Un intento de política internacional independiente

A partir de 1943, cuando el gobierno de Juan Antonio Ríos se inclina ante Washington bajando el precio del cobre a U$ 0,48 la libra como contribución de guerra, sin compensaciones, la política exterior chilena se somete a las fronteras ideológicas de lo que será la Guerra Fría. Los gobiernos siguientes hacen del Pentágono el principal proveedor de armamentos, instrucción militar e ideológica de las fuerzas armadas; rompen con la URSS en 1947 y con Cuba en 1961. El gobierno de la UP inicia una política exterior independiente basada en la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, el desarme, la no proliferación de armas nucleares y distensión Este-Oeste. Al mismo tiempo, apoya a los pueblos que luchan contra el colonialismo y promueve la integración latinoamericana.

La nueva política fundamentada en el pluralismo ideológico, que evita la “ideologización” de las relaciones internacionales, aparece formulada en el primer artículo del proyecto de Constitución de la UP (2) (tema de un próximo artículo). Chile es definido como un Estado integrado a la comunidad latinoamericana y participante de la comunicad universal, en tanto país libre, soberano y económicamente independiente.

Siguiendo estos principios, el Presidente utiliza sus atribuciones para inscribir a Chile en el Movimiento de los Países No Alineados, postura rara en Latinoamérica, y opta por establecer relaciones diplomáticas con todas las naciones. Sin romper con nadie, abre relaciones con dos países latinoamericanos, siete africanos, tres europeos, y ocho asiáticos.

Esta diversificación contribuye a compensar, en parte, la baja del comercio con EE UU, ya que aumentan los intercambios con Latinoamérica, Australia, Japón Canadá y con los países socialistas (4).

Los vecinos
El diferendo con Argentina sobre tres islas del Canal Beagle es un tema delicado que puede originar tensiones (5). El embajador Ramón Huidobro hace gestiones ante el gobierno argentino, entonces una dictadura militar en crisis, que preparan los encuentros entre Allende y Lanusse en Salta (julio 1971) y en Antofagasta (octubre 1971), donde acuerdan solicitar el arbitraje de la corona británica. La decisión de Allende de conceder el asilo a los 10 prisioneros argentinos fugados de Rawson en agosto de 1972 (los 16 que no escaparon fueron asesinados en Trelew), no deteriora durablemente las relaciones. Allende es invitado de honor a la asunción del Presidente Cámpora en marzo de 1973.

En Perú, el general Velasco simpatiza con el proyecto de Allende. En septiembre de 1971, en Lima, ambos acuerdan defender las nacionalizaciones, reiterar el principio de la no intervención en relaciones internacionales, cualquiera sea el sistema político, y reivindican jurisdicción exclusiva de 200 millas marítimas.

La ausencia de relaciones diplomáticas con Bolivia “contradice la vocación de ambos pueblos, por lo que haremos cuanto esté de nuestra parte para normalizarla”, afirma Allende en su primer Mensaje. Para esto envía a La Paz a Volodia Teitelboim, senador PC y miembro de la comisión de relaciones exteriores, quien se reúne con el Presidente general Juan José Torres en varias ocasiones, para estudiar la demanda marítima boliviana. Analizan la posibilidad de establecer un corredor “al norte de Arica” para que Bolivia pueda tener un pequeño puerto y “ventajas desde el punto de vista portuario en Arica, en Iquique y en Antofagasta” (6). Todo esto se interrumpe el 21 de agosto 1971 con el derrocamiento de Torres y la instauración de la dictadura de Banzer.

Integración latinoamericana
El gobierno pugna por la creación de un sistema latinoamericano, de concertación y cooperación entre los países, basado en la experiencia de la CECLA (7), que (...)

Artículo completo: 1 828 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de abril 2013
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Jorge Magasich

Historiador.

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