El tren de los milagros que cura a los sudafricanos

En el complejo sistema de salud sudafricano existe, desde hace veinte años, un tren con médicos y enfermeros que recorre el país atendiendo a los habitantes de pueblos alejados.

Tomar la ruta hacia el oeste desde Johannesburgo hasta la ciudad de Kathu es como hacer un viaje en el tiempo. Las autopistas se convierten progresivamente en calzadas vetustas bordeadas de veld. La ruta se deteriora aun más una vez franqueada la frontera invisible de la provincia Septentrional del Norte, la más vasta y la menos habitada de Sudáfrica.

Todavía unos cinco kilómetros más sobre restos de asfalto en medio de paisajes de espinos y casi ningún signo de vida. Después Kathu, un poblado de diez mil habitantes que descansa sobre las estribaciones de una cadena de montañas de tonalidades malva. A cada lado de la calle principal, un centro comercial, algunos negocios de bebidas espirituosas y lujosos lodges en cuyo bar, a la noche, las jóvenes agobiadas de aburrimiento ahogan su soledad en un vodka de frutillas...