Un sindicato para defender a los presos

Si bien el trabajo forzado es parte del pasado, el trabajo no ha desaparecido del mundo de las cárceles. Se lo presenta hoy como una vía de reinserción social. Pero, ¿cuáles son los derechos de los prisioneros? En Alemania, un sindicato llevó el debate extramuros.

“Somos una empresa local moderna y competente. Nuestra prioridad es la consolidación de la economía regional. Por eso les proponemos una amplia oferta en materia de servicios, artesanado y producción industrial en nuestros talleres.” Esta descripción, que podría encabezar el folleto de muchas empresas, figura en el sitio Internet de la Dirección de la Administración Penitenciaria de Baja Sajonia, en el noroeste de Alemania. Entre las 62.000 personas encarceladas en las 194 prisiones del país a fines de 2014, unas 38.000 trabajan, generando al Estado Federal un ingreso anual de 150 millones de euros. Y esto, al tiempo que el número de prisioneros disminuye regularmente desde hace cinco años.

Aunque varíe según los Länder (estados), el salario de un detenido es irrisorio: en Berlín, por ejemplo, oscila entre 8,96 y 14,93 euros por día por ocho horas de trabajo. Muy lejos del salario mínimo de 8,50 euros la hora, que entró en vigencia el 1º de enero de 2015 y que figura entre las medidas centrales del gobierno de coalición formado por los Demócrata-Cristianos (CDU-CSU) y los Social-Demócratas (SPD)...