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Turquía. Implacable represión a los kurdos

La guerra sucia del presidente Erdogan

Tras el fracaso del golpe de Estado contra Erdogan se ha reavivado el antiguo conflicto que enfrenta al pueblo kurdo con las autoridades de Ankara. La aviación turca ha bombardeado posiciones del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak. Las fuerzas de seguridad turcas ya venían desplegando una ofensiva contra las ciudades de la región kurda lindante con Irak y Siria, a las que aíslan para reprimir a sus poblaciones.

El sol inunda la plaza principal de Silopi, ciudad de 80.000 habitantes del sudeste de Turquía, a menos de quince kilómetros de las fronteras con Irak y Siria. Entre diciembre de 2015 y enero de 2016, las fuerzas de seguridad turcas atacaron duramente a la población y a los combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una agrupación que adhiere al confederalismo democrático y reivindica la autonomía de los territorios de mayoría kurda. Los combates se desarrollaron a puertas cerradas: varias veces sometida a largos toques de queda, como muchas otras ciudades, Silopi estuvo aislada durante treinta y siete días.

En todo el país, los atentados apuntan regularmente a las fuerzas del orden, incluso en Estambul y Ankara, y agravan la represión, que provoca nuevas represalias. Así, el 10 de junio, una organización radical disidente del PKK, los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), se adjudicaba la explosión de un coche bomba contra policías en Estambul. Unos días antes, el gobierno había hecho votar una ley para facilitar el desafuero de algunos parlamentarios con el fin de amordazar a los 59 diputados del Partido Democrático del Pueblo (HDP)...

Artículo completo: 284 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de agosto 2016
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Laura-Maï Gaveriaux

Periodista.

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