La multitud y la diversidad de los actores armados que participan en la batalla de Alepo, de los cuales muchos provienen del exterior, revelan la complejidad del conflicto sirio. Para dar cuenta fielmente de la situación, es importante evitar las simplificaciones en la terminología que se emplea para hablar de los mismos. La identificación de las tropas “rebeldes” como fuerzas que apoyan al ejército regular implica también entender sus ideologías y sus proyectos políticos. Las informaciones recabadas por parte de los investigadores y las personas presentes en el terreno pueden sin embargo no coincidir, en particular en cuanto a la cantidad de combatientes dentro de cada grupo. Conviene por lo tanto tomarlas con precaución.
En el caso de la oposición armada al régimen de Bashar Al-Assad, se distinguen tres categorías de agrupamientos: los grupos combaten de manera autónoma, se fusionan entre sí o coordinan sus asaltos mediante una “cámara de operaciones” (ghourfat al’âmaliyyat). En Alepo Este, donde aún vivirían unas 250.000 personas, al igual que en los bastiones rebeldes cercanos, dos “cámaras de operaciones” principales reagrupan en total entre 10.000 y 15.000 combatientes. La primera, bautizada Jaysh Al-Fateh (“El Ejército de la Conquista”), representa a casi un tercio de los soldados rebeldes...
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