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De lo que esta hablando el señor Presidente-empresario no es de una reforma, sino de un ajuste al sistema tributario actual y de un ajuste al sistema de financiamiento de la educación en Chile por Enrique Villanueva

El mismo cuento, la diferencia en esta oportunidad con anuncios anteriores es que Presidente-empresario Piñera grabó el mensaje antes de lanzar al aire sus palabras, pero se mantuvo fiel a su estilo y a su capacidad de modificar sus argumentos cuantas veces sea necesario, acomodándolos a veces groseramente a la realidad del momento. Ya sabemos que el Sr. presidente tiene un discurso para cada audiencia, uno para el exterior y uno para chile, entregando explicaciones que solo sirven para intentar tapar las contradicciones que la mayoría de los chilenos tenemos, con un sistema que nos trata solo como fuentes de consumo.

Anoche presentó como algo novedoso parte del discurso que leyó el 25 de Junio del 2011 cuando propuso con bombos y platillos el “ Gran Acuerdo Nacional por la Educación ( el Acuerdo GANE ), cuyos principales objetivos eran “mejorar la calidad, acceso y financiamiento de la Educación Superior” y cuyo objetivo principal era un acuerdo “para avanzar hacia una sociedad de oportunidades y contribuir al sueño de todo padre y madre, cualquiera sea su condición socio-económica, de ver a sus hijos transformarse en buenos ciudadanos y buenos profesionales, sin tener que arruinarse o sobre endeudarse para pagar los aranceles o créditos, o tener que elegir cuál hijo podrá acceder a la Educación Superior y cuál no”.

En aquella oportunidad nos dijo también que "la misión de mejorar la educación requiere un enorme esfuerzo financiero, planteamos un fondo para la educación de 4.000 millones de dólares”. Casi un año después de esas promesas al viento y hoy mas aprisionado que antes, entre sus partidarios y los defensores del sistema heredado de la dictadura, la UDI, anunció al país una “reforma tributaria” para aumentar la recaudación, esta vez con una cifra menor que fluctuará entre los 700 y 1.000 millones de dólares al año, y que según el gobernante “irán íntegramente” a financiar la reforma educativa.

Ante estas contradicciones es necesario aclarar al menos lo siguiente, que en rigor de lo que está hablando el señor Presidente-empresario no es de una reforma, sino de un ajuste al sistema tributario actual y de un ajuste al sistema de financiamiento de la educación en Chile, ambos bajo la lógica perversa del mercado. Una reforma significa algo que no esta dispuesto a realizar, cambios estructurales de orientación profundos y generalizados en el sistema y en las políticas relacionadas a la recaudación fiscal, agregando que una reforma estructural al sistema educativo requiere de un financiamiento permanente, el que no es posible garantizar únicamente con el crecimiento (de la economía) proyectado en el tiempo.

Dicho lo anterior es necesario recordar también, algo que nos enseñan en el segundo año de estudios de economía, que en las finanzas publicas hay ciertos principios que son necesarios de observar para la toma de decisiones. Que si uno compromete gastos públicos de forma permanente, tiene que tener un financiamiento del mismo tipo, por lo tanto si se plantea, algo que este gobierno no hará, una reforma integral de la educación la misma requiere de unas fuentes permanentes del ingreso nacional.

Por otra parte la recaudación fiscal es la fuente de aportes para la solución no solo de la educación, que es uno de los principales problemas que tenemos, sino que para atacar y resolver la causa de la inequidad y de la desigualdad social que día a día corroe este país, lo que requiere al igual que la educación, de una recaudación tributaria permanente y significativa, para financiar los programas de carácter social que se necesitan implementar.

En definitiva no hay tales reformas, el anuncio es como siempre mas grande que lo que se hará realmente y el ajuste propuesto no cambia la esencia del sistema tributario del país. Un sistema que fue establecido durante la dictadura militar y que no fue modificado, sino mas bien reforzado, por todos los ex Ministros de Hacienda de la Concertación y que para Piñera y sus ministros, es un sistema “bien concebido” que tiene la virtud de incentivar la inversión.

Sin embargo esta afirmación no es correcta lo que corresponde decir al respecto, es que el sistema tributario actual lo que incentiva no es la inversión sino que el lucro y la especulación, la política tributaria que tenemos en nuestro país permite que el 90% de la evasión tributaria sea provocada por el 5% más rico de la población. Es la ley la que establece que las empresas tienen que pagar por sus ganancias pero a la vez es condescendiente con la evasión de esos impuestos: pagan un impuesto (de primera categoría) del 20% y un impuesto global complementario que es hasta un 40%, dependiendo de los ingresos de la persona.

Pero la ley también dice que este ultimo impuesto ( global complementario) se paga cuando se retiran las utilidades, algo que las empresas no hacen para eludir ese pago y no retiran las utilidades sino que las acumulan en el Fondo de Utilidad Tributaria (FUT). La idea del FUT ( creado en 1984 ) es que las empresas empleen las utilidades acumuladas en este fondo para invertirlas, pero en la practica estas han desarrollado un abanico de estrategias, para simular que invierten ese dinero mientras en la practica lo retiran eludiendo los impuestos y aumentando las ganancias; Este es tal vez el factor más importante de evasión de los impuestos a la renta de alrededor de 50%.

Piñera no habló tampoco de los impuestos a la minería, actualmente las mineras extranjeras producen el doble que Codelco y controlan más del 70% del cobre chileno, las utilidades, según los propios balances de las compañías, sumaron 76.800 millones en el quinquenio 2005-2009 pero pagan por impuesto a la renta y royalty tres veces menos que la empresa estatal.

Hoy en día, el nuevo sistema de royalty en Chile, promulgado en octubre de 2010, establece un impuesto variable de 4-9%, en función de los márgenes operacionales, para las mineras que anteriormente gozaban de invariabilidad tributaria, y de 5-9% para los nuevos proyectos en el período 2010-2012. Antes, las empresas pagaban 4-5%, pero la adopción del nuevo sistema es voluntaria hasta el 2012.

Algo más, todos los años la Dirección de Presupuesto reporta que existen más de 5 mil millones de dólares de “Gasto Tributario“, lo que en realidad son “subsidios” que el Fisco otorga a los más ricos de Chile, mediante exenciones tributarias, es decir, no cobrarles el impuesto a la renta por las ganancias que obtienen en acciones, fondos mutuos, APV de las AFP entre otros. Por esta razón, sin necesidad de aumentar ningún impuesto, bastaría que el Estado ponga término a estos “subsidios” a los ricos, para que se puedan recaudar 5 mil millones de dólares para la Educación Gratuita.

Pero esto último no es parte del esquema ideológico del gobierno por lo tanto mas allá de estos parches recién anunciados, que en el corto plazo nos van a dejar en el mismo punto donde estamos y peor, en ningún caso va a reformar un sistema de educación que en Chile es antidemocrático. Desde la reforma educativa que impuso la dictadura militar a la fecha la educación es un bien de consumo y de inversión, se tranza en el mercado y se le trata como una mercancía, en donde las leyes de la demanda y de la oferta son las que determinan la cantidad de educados y el precio que vale la educación.

Asi entonces los “cambios” propuestos por Piñera y su gobierno están destinados a un objetivo político, paralizar al movimiento estudiantil, porque aunque no lo quieran reconocer esta fue la razon principal por la que se vieron obligados a ceder. Por eso se atrevieron a sacar a la banca como instrumento del crédito estudiantil, para en apariencia coincidir en el llamado de los estudiantes de terminar con un sistema que permitió alimentar la especulación y el lucro en la educación.

Pero lo que harán no es terminar con el lucro, sino que reemplazar el otorgamiento de créditos universitarios a través del sistema bancario, por un subsidio desde el estado al sistema de educación privada, tal cual sucede hoy en otros ámbitos de la economía. Lo que hicieron con esta medida es encontrar un sistema para incentivar la demanda, favoreciendo al sistema de universidades privadas, obviamente que en desmedro de la educación pública.

Esto implicará un incentivo a los estudiantes que opten por aquellas carreras que el mercado propone en un momento determinado, dejando de lado la calidad de la misma, en desmedro de aquellas que sin ser demandadas por este, son importantes para el desarrollo de la sociedad.

Así entonces lo que anunció Piñera son medidas que se fundamentan en la ideología neoliberal extrema, que transforma las relaciones sociales y de convivencia en meras relaciones de mercado y que por lo tanto fortalecen un sistema educacional clasista e individualista, competitivo y tradicionalista, destinado a producir individuos descomprometidos, egoístas y centrados en su propio éxito.

Esto señala una vez más una contradicción bien profunda entre quienes optamos por una sociedad que aspira a construir su cultura en la valorización de las personas y del trabajo productivo, como fuente de la realización personal y de la riqueza nacional, con una educación que desprecia a la persona y el trabajo en favor del consumo como signo de prestigio y dignidad social. Lo que defienden Piñera y sus “Pinochet_boys recargados” no tiene nada que ver con el desarrollo del país, con la igualdad de oportunidades ni con la calidad de la educación, desmantelando al Estado y a la Educación Pública.

Por tales razones y bajo las actuales circunstancias lo que necesitamos como país es un Sistema de Educación Publica de calidad, con políticas de unificación e integración de todo el proceso educativo, con una visión de país, con planes de enseñanza vinculados a la producción, a la cultura y al conocimiento. En este sentido la educación publica y gratuita es la única forma de instalar un equilibrio social firme y duradero pero además, para conseguir un proyecto nacional independiente y autodeterminado, todo lo demás es efímero y engañoso.

Pero donde esta la izquierda, la organización política que le salga al paso a estas invenciones neoliberales cada vez más dañinas para los que trabajamos y vivimos de nuestro sustento.

Ya es hora de sentarse a pensar en Chile, salirse del juego electoral de mercado y del poder por el poder, hace falta la izquierda valiente en nuestro país, que desde su historia, errores y aciertos proponga un camino distinto y que luche por conseguirlo desde su identidad.

Las propuestas de Piñera y de algunos de sus ministros arrogantes que nos tratan como ignorantes, al menos nos hacen reflexionar y eso es bueno, porque surgen varias inquietudes que nos harán al menos conversarlas con quienes no compartimos este modelo neoliberal criollo-pinochetista...

Quienes nos llaman a votar y organizan primarias no se han dado cuenta aun, que estamos normados por un sistema binominal de esencia dictatorial, para el cual la democracia no es mas que un instrumento para validar la democracia electoral y de mercado en la que vivimos. No se dan cuenta que esa es una de las razones por las cuales los electores ya no nos sentimos representados, por una clase política que poco a poco ha ido dejando en claro que esta lejos de nuestros intereses, que defiende su espacio de poder e incluso, en casos, el enriquecimiento personal.

Los chilenos desde hace rato que somos considerados consumidores no votantes, en estos últimos veintidós años se privatizaron los problemas y la participación social, nuestras reivindicaciones y nuestras esperanzas. Un contexto en el cual la democracia es un juego mas o menos amarrado por los dueños del poder económico y por los gerentes de sistemas empresariales para los cuales apenas alcanzamos a ser “ unos recursos a utilizar” .

Todo esto no hace mas que profundizar la crisis de la democracia representativa, que poco a poco se transformo en un conjunto de reglas y procedimientos que no aportan a la convivencia social sino que son trabas para nuestra expresión en libertad. Eso es el binominal, reglas al servicio de fines y objetivos que necesitan de la arbitrariedad y el secreto de los acuerdos entre cuatro paredes, que no responden ni satisfacen las demandas de las mayorías sino que apuntan a buscar el equilibrio que mantiene al sistema en pie.

En suma entonces, hoy al igual que ayer cuando luchamos en contra de la dictadura, la voluntad democrática esta ligada a la libertad y a la capacidad de obrar libremente por nuestros intereses. Para eso los chilenos tenemos que unirnos y organizarnos de forma valiente, como lo están haciendo los estudiantes, las organizaciones sociales, con capacidad para movilizarse reclamando la igualdad de derechos frente a los que poseen o se sienten los dueños del poder y de los recursos económicos.

“Pensamos que este proceso de discusión de los problemas educacionales, tal como lo hemos señalado, forma parte de una concepción amplia y auténtica de una verdadera democracia, en donde la mayoría del pueblo participe permanentemente y no sólo en forma ocasional, como ocurre hoy día, en donde el pueblo todavía es citado tan solo en los actos eleccionarios”

Salvador Allende Marzo de 1971

Dr. Enrique Villanueva Molina Ex dirigente Rodriguista

27 de abril de 2012

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