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Soberanía económica limitada en Europa Central

Desilusión europea en Eslovaquia

Ubicada en Europa Central, Eslovaquia intenta cumplir el rol de buen alumno de la zona euro. Pero la huelga de los obreros de Volkswagen desnuda la frustración ciudadana. Mientras la capital, Bratislava, se muestra como una ciudad opulenta, en las otras regiones del país las desigualdades sociales hacen que ya nadie sueñe con Occidente.

En este principio de verano, Bratislava exhibe su indolencia. Los turistas se amontonan en las callecitas del centro histórico, restaurado en las últimas dos décadas. A las marcas que dejó el antiguo régimen –unidades habitacionales rectilíneas, una autopista urbana que pasa por el medio de la ciudad, entre un castillo y una catedral– se les agregan las del presente, con sus hangares comerciales y sus nuevos edificios glaciales con insignias de empresas extranjeras. Su profusión es testimonio de una prosperidad aparentemente reencontrada. Algunos expertos además muestran su entusiasmo: “Robustas performances económicas con un crecimiento fuerte que se apoya en la buena salud del sector financiero, el bajo nivel de la deuda pública y una elevada competitividad internacional que se beneficia de masivos ingresos de inversiones”.

Para la fiesta de San Cirilo y San Método (5 de julio), los amantes de las bicicletas llegan de a miles por las ciclovías que bordean el Danubio. Donde se junta con el Morava, al pie del castillo de Devín, ya prácticamente nadie parece prestarle atención a la estela que recuerda la memoria de aquellos que, entre 1948 y 1989, murieron intentando cruzar la “Cortina de Hierro” para pasar a Europa Occidental...

Artículo completo: 264 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de noviembre 2017
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Philippe Descamps

Jefe de Redacción de Le Monde diplomatique, París. Con la colaboración de Silvia Rupeldtova y Milan Jaron.

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