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El Consejo Nacional De Educación chilena contra la verdadera historia por Daniel Malpartida

Molière decía que la hipocresía era el colmo de todos los males. En efecto en el consenso transversal de hipocresías los “especialistas” en torno a una mesa, refugiados entre cuatro paredes decidieron por usted, por mi, por nosotros que en los libros de historia del 6to año de educación básica había que cambiar el término “dictadura” por el de “gobierno militar”. Decidieron arrogantes como los dioses que debía desaparecer la verdad, que la verdad terminara en la fosa del olvido.

El ministro de turno predica que no tuvieron reparos en emplear lo que para ellos son “expresiones más generales”. es que quisieron cuidar a nuestros hijos y a nosotros de provocarnos un trauma?. ¿Se trata del viejo paternalismo de siempre?. No, por supuesto que no. Se trata de la misma estrategia violenta de la vieja política. Porque, si no es violento el intento de cambiar y negar la historia, que podría serlo. El deseo es” contar la historia como nosotros queremos” todo a contramarcha de la verdadera historia. Trabajar por el bienestar de los demás, es otra de la nociones desaparecidas en este tipo género humano.

En esta serie de actos incoherentes reñidos con la democracia la consejera del Consejo Nacional De Educación, Elizabeth Lira, dijo que el cambio no era relevante, ya que este consejo está conformado por un 50 por ciento de “gente que era partidaria de Pinochet”.

Es evidente que el pensamiento dictatorial se impuso en la comisión. La dictadura por delante, la Democracia un paso detrás. Al parecer el otro 50 por ciento supuestamente democrático no hizo mucho por los principios fundamentales de los seres humanos. Surge otra pregunta ¿son en verdad tan democráticos los miembros de la comisión? ¿Qué les paso? No hay psicoterapia ni diván que alcance. Todo huele a un acto de confabulación.

Con su política de hipócritas consensos avalaron lo siguiente: Aquí no hubo dictadura militar, sólo un gobierno militar, régimen militar le dicen ahora. Lo que se traduce como un total aval a la dictadura militar.

Aquí no hubo violaciones a los derechos humanos sino excesos y atropellos a los derechos esenciales. Claro había que tachar derechos humanos.

En lo misma línea nuestros hijos estudiarían a partir de entonces una historia oficial desgajada de la realidad. Recordemos a Paul Ricoeur “quien es capaz de llamarle crimen al crimen está en el camino sensato”.

Karla Rubilar sacando la voz por el oficialismo dijo. “las dictaduras son dictaduras en cualquier lugar del mundo”. Lyli Pérez: "Lo que hubo en Chile fue una dictadura”. Al parecer los prohombres del oficialismo enmudecieron.

Podemos sumar el discurso disociado del ministro, que por un lado no tiene miramientos en apoyar el cambio de términos y “suavizar” la realidad y simultáneamente afirma que el reconoce que aquí hubo dictadura. Como le costó decirlo .Bueno no hace falta ser psicoanalista para darse cuenta del discurso disociado que del mismo modo alcanza a la concejera. Discurso disociado que es emblema de este gobierno.

Una vez más queda al descubierto la política que no tiene vergüenza y el omnipotente intento de renegar de la historia de un país y engañar a los mismos ciudadanos. No es una invitación a pensar, como afirma candorosamente la jefa de unidad del Mineduc. ¿Qué de nuevo habría que pensar?. No hay nada que pensar frente al hecho de que miles de ciudadanos experimentaron en sus cuerpos y en su psiquis la violencia más atroz, designados como crímenes de lesa humanidad. Se trata más bien de condenar y no de intentar nada más ni nada menos que de cambiar el pasado.

Estamos como ciudadanos enfrentados a una vieja política sin ideales, una política anclada a los grandes negocios, al lucro incesante .Moralmente planos, desprovistos de ética y de respeto constituyen el ejército y el ejercicio de la Mediocracia contra el ciudadano. Predican las mejores intenciones y practican los actos más perversos.Siempre hay mediocres Los peores siempre ha sido los mediocres con poder. Vivimos en un territorio infectado por el virus de la Mediocracia. Eso sí, debemos agradecerles que continúen agregado malestar al malestar acumulado que estamos viviendo. En la serie de actos mediocres encarnados por el mundo político yace el origen del malestar y los estallidos de la respuesta ciudadana.

Daniel Malpartida. Psicoanalista Del Nuevo Extremo

malp.daniel@gmail.com

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