A propósito de la “fuga masiva de académicos”
Señor Director de El Mercurio:
La comunidad de académicos y estudiantes del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile, ha sido sorprendida por la incorrecta información que incluye en su sección Reportajes del Domingo 24. Como historiadores no podemos evitar recordar aquella frase imborrable colocada en el frontis de la Casa Central de la Universidad Católica el año 1967y repetirla una vez más: El Mercurio miente.
Extrañeza ha causado la serie de inexactitudes de su crónica. Cuando se menciona a la “fuga masiva de profesores”, debemos señalar que si con esta frase se refiere a la renuncia de Sergio Villalobos, él es único académico que se ha retirado en los últimos 3 años.
Respecto de una supuesta falta de “objetivos comunes en el cuerpo académico”, quizás se lamenta que los profesores no están alineados bajo un prisma único; es cierto que hay pocos “proyectos comunes” pero sí mucho trabajo individual, porque lo fundamental que nos convoca son los principios de pluralismo ideológico y de adhesión a la rigurosidad científica, que coinciden con los valores centrales que guían a nuestra Universidad.
Ante la afirmación de “que los investigadores de la Universidad de Chile hayan perdido su lugar de prestigio”, los datos concretos demuestran lo tendenciosa y carente de veracidad de la crónica, y que no tiene otro fin que desacreditar a la Universidad de Chile. No parece relevante que nuestro cuerpo académico cuente con tres premios nacionales de Historia, que el 75% de sus académicos tienen el grado de doctor, que en los Proyectos Fondecyt asignados entre 2009 y 2014 nuestro Departamento ha tenido una altísima tasa de asignación. A nivel nacional, tenemos los más altos puntajes de ingreso estudiantil y la matrícula más amplia, con 100 alumnos anuales. En cuanto a libros y artículos en revistas indexadas, desde el año 2012 a la actualidad se han publicado más de 90 trabajos de nuestra autoría.
De este modo, las referencias al Departamento, reflejan falta de seriedad, superficialidad de la investigación y una intencionalidad ajena a su espíritu, y que es propia de un periodismo sensacionalista.
DRA. ISABEL TORRES DUJISIN
DIRECTORA DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HISTÓRICAS
