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La gradualidad de la reforma agraria chilena

El papel que jugaron los partidos políticos

Entre abril y junio de 1967, el Congreso aprobó la Ley 16.625 de Sindicalización Campesina y la 16.640 de Reforma Agraria. Ambas leyes habían sido enviadas al inicio del gobierno de Eduardo Frei Montalva, contando con el apoyo tanto del Partido Demócrata Cristiano (PDC), así como de los partidos Comunista (PC), Socialista (PS) y en menor medida del Partido Radical (PR). Diversos fueron los efectos que trajo consigo la reforma agraria, así como el impulso que tuvo la organización de los campesinos y trabajadores agrícolas. Su aplicación significó un efectivo proceso de expropiación de grandes predios en manos de privados. En paralelo, desde el Estado se impulsó un vasto plan de desarrollo frutícola y forestal, se estimuló a los empresarios dedicados a ese tipo de rubros y se establecieron acuerdos comerciales con países asiáticos, europeos, además de EEUU.

Diversos autores han reconocido que sin una reforma agraria, como la aplicada entre 1967 y 1973, difícilmente se habría podido impulsar el desarrollo agroexportador, constituido un mercado de la tierra, surgido un empresariado más dinámico e introducido mayor flexibilidad al trabajo agrícola. Pero también la reforma agraria generó la reacción de los sectores conservadores, con repercusiones que se pueden percibir en la actualidad. Para la derecha y el empresariado la reforma agraria significó un trauma, que debió ser superado mediante un nuevo orden que terminó con la democracia y le otorgara supremacía al derecho de propiedad, por sobre los derechos fundamentales, como quedó plasmado en la Constitución de 1980...

Artículo completo: 261 palabras.

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Octavio Avendaño

Académico U. Alberto Hurtado- U. de Chile.

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