El transporte de personas en las ciudades inteligentes

Cuando hablamos de ciudades inteligentes y a pesar de las múltiples definiciones que la literatura cuenta para ello, nos referimos en esencia a un espacio urbano donde se privilegia la calidad de vida de sus habitantes a través del acceso a la información, el uso de los recursos de manera eficiente y el cuidado del medio ambiente. En estos ejes generales debiese moverse la actividad humana que envuelve a una ciudad, en donde el transporte diario es sin duda el gran eje cotidiano. Las horas que una persona puede estar sobre un medio de transporte público (generalmente urbano) para movilizarse de su hogar al trabajo y luego regresar, puede representar hasta el 50% de la duración de la jornada laboral misma. En este sentido, de particular interés resulta el fallo de una corte europea que dictamina que también en aquellos casos en los que los trabajadores no tengan un centro de trabajo fijo, las horas que inviertan en los desplazamientos diarios entre sus hogares y los del primer y último cliente representan “jornadas de trabajo”. Es así como la eficiencia de los medios bajo los cuales se movilizan masivamente los ciudadanos del país hacia sus lugares de trabajo se convierte también en el contexto latinoamericano en un tema de máxima prioridad.

Además, resulta importante frente al transporte centrarnos en aspectos tales como la eficiencia energética, la seguridad, lo expedito de las vías, las emisiones contaminantes, la información hacia el pasajero y también la creciente tendencia de algunos ciudadanos a vivir en provincias fuera de la urbe metropolitana, especialmente en busca de calidad de vida ambiental. En este último caso, las personas aprovechan las vías que permiten acceder a la capital para trabajar, lo cual nos pone el acento también en considerar el transporte interurbano terrestre...