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Entrevista de Francisco-Javier Alvear a Cristian Castillo Capello, “El Mago Capello”.

(Barcelona, España). Casualmente realizando un trámite, de esos de los más insufribles que uno sencillamente no se puede ni imaginar tras salir de tu país de origen: ir al Consulado a buscar o sacar un documento cualquiera, porque se trata -para no entrar en detalles súper imaginables- de una experiencia sencillamente atroz (al menos en que respecta al mío), encontré a Cristian Castillo Capello, “El Mago Capello”. Nos pusimos a conversar animadamente a la salida del nunca bien ponderado trámite, en la esquina de Paseo de Gracia con Consell de Cent, pleno centro de la ciudad condal, un largo rato y de allí surgió la idea de este interesante y entretenidísimo diálogo; pues para nadie es un misterio que el ilusionismo que, maravillando por siglos a la humanidad, ha llegado hasta ser materia de estudio en centros y universidades y, en concreto, objeto de investigación de la ciencia, como lo avalan los más recientes avances en nuerociencia. Prueba de ello es la interesante investigación desarrollada por los doctores Susana Martínez-Conde y Stephen L. Macknik que han investigado cómo los trucos de magia ponen a prueba diferentes procesos mentales, abriendo una importantísima puerta respecto de algunas patologías cognitivas. Y, lo hacen, precisamente, en el texto Los engaños de la ciencia (Destino, 2013), en donde, introducen el concepto de “neuromagia”: “Entender cómo los magos logran hacker nuestro cerebro nos ayudará a entender mejor cómo funcionan los trucos cognitivos en las estrategias publicitarias, en las negociaciones de empresa y en las relaciones interpersonales”, señalan.

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P: ¿Cuándo y por qué saliste de Chile?

R: Salí de Chile en junio del 2009. Desde niño tuve el sueño de recorrer el mundo haciendo magia o actuando en grandes escenarios, cada vez que iba a un circo o al teatro, me generaba una especie de ENVIDIA del artista y más que disfrutar pensaba…¡¡¡YO QUIERO ESTAR ALLI Y NO AQUÍ!!! Un día, un buen amigo al que yo le enseñe su primer juego de magia que había entrado al mundo de los espectáculos en cruceros, me llamó y me dijo: “¿Te embarcarías en un crucero para hacer un espectáculo?” Eso fue un viernes y para el domingo en la mañana yo figuraba en Grecia lleno de maletas, muerto de miedo, CAGADO DE SUSTO!!! Pero con una gran ilusión por delante… Recorrer el mundo sorprendiendo a grandes y pequeños a través de la magia y el clown intentando cambiar por un segundo sus vidas, haciéndoles reflexionar respecto al modo de vida que llevamos, lleno de pantallas, consumismo y contaminación, invitándoles a valorar lo humano y lo mágico de la vida… demostrándome así, a mí y a todos los que en el camino intentaron frenarme diciéndome que no era posible que sí es posible vivir de lo que amas.

P: ¿Piensas volver a vivir a Chile algún día?

R: Siempre esta la ilusión de volver. Cómo “buen chileno”, extraño los asados, la cercanía de la gente, la familia, la feria, LOS OLORES!!! Los amigos. El que yo llamo “Sistema B” que existe en Chile, o sea, igual comes un menú por diez euros, que un completo por luca o su cazuelita en la vega… Extraño también un mote con huesillo a los pies del San Cristobal, mis amigos actores, magos, acróbatas, bailarines, mis compañías de teatro… Aún que Barcelona es una ciudad que tiene mucho que ofrecer y es difícil renunciar a ella. Y para criar a un hijo es ¡ideal! Tienes mogollón de parques, bibliotecas, ludotecas, actividades hasta decir BASTA; puedes recorrerla caminando o en bici tranquilamente, muy bien conectada en transporte público, sin tanto arribismo ni prejuicios, llena de colores y oportunidades, aquí nadie te pregunta que apellido tienes, a que colegio fuiste y en que comuna vives… Muchísimo más pluralista a mi juicio. Mucho turismo, parques, playas… Lamentablemente, de lo que no podemos escapar, es de la clase política que juega con nuestras necesidades “aquí y en la quebrá del ají”. Como dice mi padre, a nivel mundial: “LA MIERDA ES LA MISMA , LO QUE CAMBIA SON LAS MOSCAS” ¡¡¡Jajaja…!!!

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P: ¿Un mago “nace” o se hace?

R: Es una pregunta difícil, yo creo que para ser mago, actor, clown, bailarín, poeta o lo que sea, lo primero es tener un punto de vista claro, estar un poco loco, tener algo atrapado en el pecho que necesites gritarlo a los cuatro vientos y/o cambiarlo con urgencia. Necesitar de esa droga que es el público, alimentarte de sus caras de asombro e ilusión y, obviamente, practicar y trabajar mucho. Para ser mago debes tener un absoluto respeto y amor por cada espectador que te observa y por cada escenario que pisas, por tus compañeros, desde el iluminador hasta el que abre las cortinas. A partir de ahí, de esa necesidad, eres capaz de dejarte la vida por lograr algún “pase mágico” o alguna técnica específica, creo que un mago puede nacer, hacerse, o todas las anteriores siempre con amor, trabajo y pasión.

P: Está de moda ser mago, digo porque pudiera ser una impresión que deja la enorme proliferación de aficionados y tiendas, desde un tiempo a la fecha. Por ejemplo desde la aparición de David Copperfield hasta, yo qué sé, David Blaine…

R: La verdad es que ahora hay muuuchos más magos que antes. Ahora es un poco más fácil aprender, con Internet esta todo a la mano. Cuando yo empecé a hacer magia, habían muchos menos, aunque, seguramente un mago mas antiguo diría lo mismo en relación a mi y mi generación de magos… ¡¡¡Jajaja…!!! Cuando fue Cooperfield a Chile, recuerdo que yo trabajaba de mimo en el parque forestal, lo recorría de principio a fin haciendo magia a sus visitantes y pedía una propina, con eso, reuní dinero y compré mi entrada para ir a verle actuar.

P: Es más bien, diría yo, una buena salida laboral para la actuación siempre en crisis.

R: Efectivamente, cuando estaba en la universidad y empecé a trabajar en compañías de teatro, me di cuenta que existía mucho ego y pocas lucas; mientras me dejaba el lomo ensayando y ensayando una escena pa` ganar uno, como mago ganaba diez y practicaba ¡¡¡solito!!! Yo era mi propia compañía y director, era responsable de mis (re)presentaciones de principio a fin. Solo discutía conmigo, nadie llegaba tarde a un ensayo más que yo mismo. Dejé de lidiar con divos y reinas del escenario y derribé esa cuarta pared que solo la risa o la magia saben derribar y descubrí a esos seres que te observan y aprueban, o no, cada gesto que hagas y esperaban ver algo que les hiciera realizar un viaje emocional sin moverse de su asiento. Para mí ha sido una excelente salida laboral y profesional, todo lo que he hecho y tengo hasta hoy es gracias a mi porfía ante las puertas que se me cerraban y a una maletita llena de artilugios mágicos y vestuarios roñosos que hasta hoy no me atrevo a tirar.

P: Especialmente en una país, como España, que parace haber “cronizado” su crisis, ¿hay mercado y trabajo para un mago?

R: Mientras exista público, turistas, movimiento de gente, hostelería y la maravillosa curiosidad del ser humano… siempre habrá un espacio para un artista que tenga algo que decir. Mi primer viaje a Europa fue por allá por el 2006 aproximadamente y me recorrí París y Madrid, entre otras ciudades, haciendo magia en las terrazas. Les decía: “Déjenme hacerles un juego de magia y si no les gusta yo les invito una ronda de lo que quieran”. Solo una vez tuve que invitar a un chavalín a un zumo de naranja porque me dijo que no le había gustado. ¡¡¡Jajaja…!!!

P: ¿Y en dónde te entrenaste o formarte, porque estamos claro que no naciste mago?

R: Debo decir que tuve la suerte y la dicha de conocer en Chile a un gran maestro con el cual compartí mucho, más que un amigo, fue como un “hermano chico” ¡¡¡Jajaja…!!! Me refiero a don Fernando Larraín, El Mago Larraín. No sé si sabrás pero yo participe haciendo a un personaje que se llamo “El notero inexperto” en la primera temporada que se hizo en Chile de CQC (2002); programa que era conducido ni más ni menos que por Nicolás Larraín, hijo de este mago más famoso y divertido de Chile. Un día en un pasillo Nicolás me comenta: “Oye, mi papá quiere hablar contigo. Pégale una llamadita”. De esa reunión con el maestro, nació una gran amistad la cual llevo conmigo hasta hoy. Me metí a esa escuela de magia que para mi era un sueño, pero como amigo. Comencé a hacer clases, conocer magos, magia, libros y sobre todo conocía un personaje como pocos, con una locura que sobrepasaba todos los limites. Igual un día llegaba cojeando y se inventaba una historia, o se escondía bajo una mesa…

P: ¿Un tío genial y parateatral?

R: Absolutamente. Para aparcar hacía efectos especiales con la boca… Tenía siempre su “reserva” de algún elixir que alegrara el espíritu escondida en algún rinconcito. Imagínate que un día íbamos en su auto y en plena Plaza Italia se metió contra el transito y con la mala pata justo nos vé un carabinero. Él tranquilamente abrió la ventana, nosotros todos acojonados y el comenzó a hablar en un estupendo portugués a preguntarle al carabinero donde estaba la Alameda… Obviamente nosotros, ante las preguntas que el nos hacía en ese idioma parecido al de avatar, tuvimos que seguir su locura. La cosa termino con el carabinero guiándonos hasta Alameda y pidiéndonos que tuviéramos precaución. ¡¡¡Jajaja…!!! Hasta el día de hoy mantengo contacto con su hija Conyy su esposa, la Malú, que en un viaje a Chile me invitaron a tomar el té y ¡¡¡SORPRESA!!! Me regalaron unas cajas llenas de recuerdos de Don Feñuco: Libros, juegos de magia, vestuarios, etc. Cachivaches varios. Tengo entre mis tesoros la Nariz de HelmuT y una de las listas que don Fernando escondía detrás de la maleta por si se olvidaba de algo en el escenario. Era muy generoso con todo y un gentleman de la punta de los pies hasta el último pelo.en www.youtube.com o habilita JavaScript si estuviera inhabilitado en el navegador.

P: ¿Cuál es con lo que más te gusta de “engañar” al público?

R: Mas que engañar, lo que uno hace es sorprender. Ver sus caras justo en el momento en que ocurre el cambio, la transformación es impagable. Oír los comentarios después de cada presentación, cuando se acercan a ti y te preguntan: “¿La historia que contaste es verdad? ¡Por que me recordó mi infancia! Eso realmente es un elixir de la eterna juventud, una inyección a para seguir adelante.

P: ¿Hasta dónde quieres llegar con la magia?

R: Me gustaría morirme siendo mago, independiente de que tengo muchas ideas paralelas en la cabeza, desde que soy padre quiero un poco más de la famosa ESTABILIDAD de la que todos hablan, es por eso que he trabajado también en productoras o haciendo coach laboral. Me gustaría llegar hasta donde me de la fuerza y el corazón y, por sobre todo, ser feliz con las cartas que me toquen jugar. P: Y, en este sentido, ¿cuál es tu máxima aspiración profesional? R: Mi mayor aspiración sería crear una empresa de entretenimiento y animación entregando un servicio de primer nivel, dando trabajo así a muchos amigos artistas que claramente SON BUENISIMOS pero no tienen la oportunidad de mostrarse, están ahí escondidos en círculos muy pequeños y deberían estar girando por el mundo con sus habilidades, números y espectáculos. Actuar en algún escenario importante, hacer un número espectacular…

P: ¿Cómo describirías tu tipo de espectáculo, pues imagino que hay un toque actoral y de lo escénico por tu formación, no?

R: Es difícil hablar de tu propio espectáculo. Seguro que si preguntas a un mago, este te diría, “Capello es muy buen humorista” y si le preguntas a un cómico te diría que soy muy buen mago. ¡¡¡Jajaja..!!! Mi espectáculo tiene una fuerte influencia vinculada de mi formación como actor-clown, al circo. Tuve la suerte de tener a un maestro como Andres del Bosque con el cual aprendí a vivir el escenario en clave de humor. En concreto, incluye dos grandes ilusiones, juegos de salón, close up, el cual es proyectado en una pantalla gigante y sobre todo, historias contadas con verdad, hablo de mi familia, de mi abuelo, de mi país, de mi maestro y como buen “mentiroso” cuento una verdad propia coloreada con imaginación en donde no sabes dónde comienza la ficción y dónde termina la realidad. De mi espectáculo la gente sale feliz e ilusionada.

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