Heroína con receta en Suiza

El fracaso de la prohibición lleva a una cierta cantidad de países −como Canadá, a partir de octubre− a legalizar el uso, e inclusive el comercio, del cannabis. Desde los años 1990, la Confederación helvética prefirió la regulación del consumo en vez de la prohibición, incluido el caso de la heroína. Este acercamiento está ahora siendo apoyado por las personas dependientes, los médicos, la población y… las fuerzas de seguridad.

“Usé heroína para enfrentar mis problemas psicológicos −explica David, un cincuentón adicto desde hace veinticinco años−. Eso me hundió. Perdí mi trabajo de relojero, le pedí ‘prestada’ plata a mi pareja, a mis amigos. Terminé en la calle. Para pagarme las dosis, me había vuelto usuario-revendedor”. Desde hace un año y medio, todos los días se presenta en el centro del Programa Experimental de Prescripción de Estupefacientes (PEPS, por su sigla en francés) de Ginebra, que depende del hospital universitario. “Gracias a este programa, recuperé una vida social, les devolví el dinero a mis amigos”. El ex relojero mira el reloj: “Lo dejo, voy a tomar mi tratamiento”. Una enfermera le va a dar una jeringa de diacetylomorfina, heroína producida de manera totalmente legal por un laboratorio helvético...