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Hilo delgado. Carta de Marcelo Saavedra P. Apoderado Colegio Raimapu (aún en Toma)

Cartas de Marcelo Saavedra. Apoderado Colegio Raimapu (aún en Toma).

Sr. Director,

Mientras uno de los presidenciables llegó a su condición de tal gracias a la desgracia de 33 chilenos y el ingenio tecnológico encabezado por la perforadora T-130, el otro presidenciable se vió en esa condición producto del aciago destino de 21 compatriotas y la ayuda del portento técnico PROTEUS 1000. El asomo de otros presidenciables desde el conglomerado de derecha o incluso la potencial reelección del actual Presidente en 2019 estuvo a la vuelta de la esquina durante casi cinco meses. Los ingredientes principales estaban: millones de chilenos en desgracia atrapados en las profundidades de un sistema educacional infame y cientos de bolígrafos inventados ya en la década del 40 del siglo pasado por un par de húngaros habilosos, necesarios para suscribir los cuerpos legales que cambiarían el curso de la historia de este paisito inculto.

Pero la esencia de todos los presidenciables provenientes desde la coalición conservadora, los que están y los que no fueron, impide que algún día lleguen a entender y aceptar las demandas del movimiento ciudadano actualmente en curso. No hace falta ser un politólogo experto para aventurarse a pronosticar que la actual derecha chilena una vez que finalice su gobierno el 2014, tardarán a lo menos otros cincuenta años antes de que vuelvan a ser opción de gobierno mediante elecciones democráticas. Miles de electores podremos estar embobados por las condiciones de vida alienantes a las que estamos expuestos día a día y nuestra memoria colectiva podrá ser feble, pero la marca indeleble que han dejado miles de muchachos y muchachas estos últimos meses tardará muchos años en borrarse y mientras eso no ocurra será muy raro si la derecha vuelve a gobernar.

Atentamente,

Marcelo Saavedra P.

Apoderado Colegio Raimapu, La Florida (Aún en Toma).


Sr. Director,

Con motivo de los recientes desalojos en liceos municipales de la Comuna de Providencia, se ha configurado un nuevo sinónimo del concepto Barbarie: Cristián Labbé Galilea.

De haber vivido en la Roma Imperial el Centurión Labbé seguramente no habría tenido problemas en crucificar cabeza abajo a los dirigentes secundarios de los liceos Carmela Carvajal y José Victorino Lastarria a la entrada de sus respectivos establecimientos como escarmiento y señal de advertencia hacia otros inútiles y subversivos de la época. Asimismo, menos mal que no vivimos en la España del S.XV, porque Tomás de Torquemada habría tenido serias dificultades para contener a un entusiasta Labbé en faenas de tormentos en contra de los jóvenes dirigentes secundarios para disuadirlos de seguir en tomas. De la misma forma, los estudiantes de ambos liceos debieran dar gracias al altísimo de no estar a mediados de la década de los 70’, porque en su calidad de miembro de la DINA e instructor de unidades de combate contra los subversivos de aquel entonces, es muy probable que varias familias de ambos liceos estarían hasta el día de hoy buscando indicios del paradero de sus preclaros retoños.

La acción barbárica de desalojo y posterior ocupación de los liceos en toma en Providencia ordenadas por el Edil, confirma las demandas estudiantiles en el sentido de no dejar al arbitrio y brutalidad de este tipo de sostenedores la educación pública impartida en cientos de establecimientos a lo largo del país. Esta acción ha sido puesta en entredicho incluso por el vecino y correligionario Edil de Santiago y le hace un flaquísimo favor a la alicaída estrategia de negociación con el movimiento estudiantil que insiste en mantener a flote el Ministerio de Educación.

Casi tan preocupante como la presencia dominante del gen de la barbarie en el ADN del actual Alcalde de Providencia, son el 56,7% y 59,5% de votantes que lo eligieron en las pasadas elecciones municipales de 2004 y 2008, respectivamente. Realmente somos una sociedad enferma.

Atentamente,

Marcelo Saavedra

Apoderado Colegio Raimapu, La Florida (aún en Toma).

25 de septiembre de 2011


Señor Director,

Desde la debacle de los socialismos reales, muchos detrás de la cortina de hierro imaginaron que el sistema triunfante y dominante en el planeta desde hace más de veinte años acarrearía bienestar y acceso a un sinfín de bienes de consumo que adornaban los luminosos escaparates inalcanzables de occidente. Lejos de aquellos hechos en el tiempo y en el espacio, los chilenos hemos tenido que aprender a convivir en un sistema donde el Dios Mercado es el que rige los destinos de todos los habitantes de esta tierra con vista privilegiada al Pacífico. Los menos disfrutan de los privilegios que otorga el sistema con estilos de vida que envidiaría cualquier acaudalado mercader del primer mundo, el resto padece los sinsabores de un presente lleno de carencias espirituales y pleno de deudas materiales, donde enfermarse o envejecer son un pecado mortal.

En esta realidad de desesperanza una nueva categoría generacional de ciudadanos niños y jóvenes, han entendido que sus destinos y sueños no pueden transformarse en un bien de consumo en manos de mercaderes donde la codicia y la avaricia representan el leit motiv de sus preocupaciones al final del día.

Aunque saben que ni de lejos tienen el sartén por el mango, con honestidad y alegría insisten en luchar por algo que sienten que es justo y necesario, enfrentándose una y otra vez contra los poderosos de siempre y una clase política carente de representatividad y funcional al Dios Dinero.

Es muy probable que 70 mil estudiantes nuevamente no acojan el acomodo académico que ofrece el Gobierno. Esta nueva generación de chilenos está dispuesta a sacrificar un año de mala educación, por la perspectiva de un sueño que tal vez sí es posible alcanzar.

Así como hace más de 20 años los habitantes tras la cortina de hierro aprendieron con amargura que en occidente "nada es gratis en la vida"; durante el mismo tiempo una generación completa nació y se crió en nuestro país al alero de la desidia de una casta política miope y que en su adultez está dispuesta a pasar la cuenta porque la alegría cacareada nunca llegó ni la nueva forma de gobernar es capaz de maquillar una careta social llena de cicatrices que esconde un pueblo triste, enfermo e inculto.

Atentamente,

Marcelo Saavedra

Apoderado Colegio Raimapu (aún en Toma)

22 de septiembre de 2011


Los estudiantes secundarios en toma entran por estos días al cuarto mes de movilización. Uno de los logros más relevantes, de acuerdo a los expertos, ha sido la capacidad de reencantar a amplios sectores de la sociedad criolla y permitirles soñar que tal vez “otro mundo sí es posible”. Pero hasta el momento solamente es eso: un bello sueño al que aspiramos muchos y que por estos días deberá absolver uno de los hitos más desafiantes cual es negociar las posibilidades reales de concretar parte de ese sueño.

En el intertanto el desgaste natural, la tragedia de Juan Fernández, la conmemoración de un nuevo “once” y los aprestos de fiestas patrias, están poniendo a prueba la capacidad creativa de los secundarios para mantener el encantamiento entre ellos y una sociedad veleidosa, caprichosa y temerosa, a la cual actos de violencia y desorden sin sentido claro sólo sirven para acelerar un potencial divorcio que nadie quiere.

En estos meses los estudiantes han dado cátedra respecto de conciencia histórica y de futuro. En la medida que se mantenga la relación simbiótica que han logrado establecer con otros actores sociales y que se impongan con creatividad y alegría frente a la desidia estatal, el sopor de la rutina en toma y la febril tentación de la pelea fácil frente a la fuerza pública, la señalética y el kiosko de la “señora Juanita”, podrán llegar al anhelado puerto al que un gran porcentaje de la población aspira, incluso uno de los muertos de Juan Fernández.

Atentamente,

Marcelo Saavedra

Apoderado Colegio Raimapu (aún en Toma)

13 de septiembre de 2011


Tres meses de intensas movilizaciones estudiantiles no son más que un prolegómeno de lo realmente importante y que todavía no ocurre. La reciente aprobación en la Comisión de Educación del Senado de la moción del Proyecto de Ley propuesto por algunos honorables que prohibiría aportes estatales a entidades que persigan fines de lucro en la educación, demostró que la madre de todas las batallas aún está por darse. Definir qué va primero en la elástica escala de valores de nuestra sociedad: el lucro o la calidad?. Mientras que para el actual Ministro de Educación y la Senadora Designada von Baer, tal moción comprometería negativamente a más de 4 mil colegios subvencionados, impidiendo a miles de familias elegir el colegio de su preferencia por un lado y socavando el emprendimiento de particulares interesados en hacer negocios en el rubro educacional por el otro; la gran mayoría de la ciudadanía ha comprendido ya que el lucro no puede ni debe transformarse en el pilar que sostenga establecimientos educacionales que reciban aportes del Estado.

El colegio particular subvencionado que he elegido para mi hijo, cuyo sostenedor es una sociedad de padres, apoderados, trabajadores y profesionales de la educación, no retira utilidades para beneficio de ninguno de sus integrantes, sino que estas son íntegramente reinvertidas en el proyecto educativo del cual todos nos sentimos partícipes e involucrados, por lo que perfectamente puede seguir siendo viable en un escenario de mejora, como al que aspiran con valentía y desenfado los estudiantes a lo largo del país. El futuro apocalíptico descrito por el Ministro, la Senadora Designada y otros parlamentarios de Gobierno, sólo aporta elementos que robustecen la bronca popular. Bronca que resurge cada vez cuando compruebo que el Estado de Chile insiste en tratarme como un consumidor interdicto incapaz de aspirar a una sociedad más justa e igualitaria.

Atentamente,

Marcelo Saavedra P.

Apoderado Colegio Raimapu, La Florida (aún en Toma)

1 de septiembre de 2011


Hilo delgado.

En un lado de la barricada se encuentra un niño protestando por una educación de mejor calidad, gratuita y que le entregue herramientas reales y efectivas para optar a un futuro mejor. Al otro lado de la barricada hay un suboficial de carabineros quién, seguramente hastiado de las últimas jornadas de trabajo, decide efectuar disparos con su arma de servicio sobre la multitud. Probablemente su actitud responde al respaldo de sus superiores, respecto a actuar con “fuerza y energía” para controlar esta montonera de inútiles y subversivos.

Gracias a imágenes que circulan en internet esa actitud que adoptó aquél subalterno, se ha observado con estupor también en el carabinero que lanzó una lacrimógena al interior de un sindicato sin mediar provocación, los violentos allanamientos en la población La Victoria, el atropello de un inútil y subversivo por parte de un motorista de carabineros o las brutales golpizas a que son sometidos estudiantes a bordo de buses de la institución de las carabinas cruzadas.

Efectuando un ejercicio teórico de probabilidades, por cada una de esas imágenes registradas, incluido el crimen de este niño y los atropellos efectuados por funcionarios de carabineros ya comprobados, deben existir cientos de excesos de parte de agentes del Estado que quedan en la impunidad y desconocimiento público.

Como sociedad sabemos que el hilo se corta por lo más delgado. Lo que se mantendrá es la mala educación que recibe la oficialidad de Carabineros en su escuela matriz, donde aparentemente están sacando excelentes calificaciones en los ramos de abuso de poder I, elusión de responsabilidades jerárquicas II, introducción a la violación de derechos humanos y cómo combatir al enemigo interno IV.

Atentamente,

Marcelo Saavedra P.

Apoderado Colegio Raimapu (aún en Toma)

30 de agosto de 2011

Publicada en http://www.lemondediplomatique.cl

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