Las movilizaciones impulsadas por cientos de miles de estudiantes, profesores, apoderados y trabajadores durante cinco meses, dibujaron una profunda esperanza en la ciudadanía, que ha mostrado su apoyo al movimiento y sus demandas. Sin embargo, las actuales condiciones no permiten pensar que el proceso de negociaciones logrará satisfacer las reivindicaciones principales: a) Educación pública gratuita y de calidad; b) Desmunicipalización de la educación escolar; c) Fin del lucro en todo el sistema; d) Democratización de las instituciones educativas.
En estos momentos, las y los estudiantes se ven obligados a preparar una instancia de trabajo y negociación con las autoridades de gobierno que, a través de una política de cortinas de humo, pareciera dar garantías para desarrollar una mesa de trabajo, mientras intentan dividir, amenazar y reprimir a los estudiantes, sin retroceder ni un milímetro en sus posturas sobre-ideologizadas.
El gobierno, respaldado por los sectores más acomodados de la sociedad, ha dejado de manifiesto una y otra vez su total y absoluto desacuerdo con las demandas de las y los estudiantes, negando la posibilidad de construir una educación que se entienda como un derecho social, sino por el contrario, defendiendo el negocio en la educación, el endeudamiento de las familias y la profundización de las desigualdades. Contando además, con la legitimidad de ésta mesa de trabajo.
Creemos que las posturas entre los actores han llegado a un punto irreconciliable y que por tanto, solo mediante un Plebiscito Nacional donde se asegure la participación efectiva de la ciudadanía, es posible mantener las esperanzas de todos quienes han salido a las calles y conseguir una solución al conflicto. EL PAÍS TIENE EL DERECHO Y DEBE DECIDIR.
El movimiento estudiantil debe ser lo suficientemente claro para conducir un proceso de largo aliento, construyendo una plataforma de lucha en colegios, centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades, fortaleciendo una alianza permanente al interior de las comunidades educativas, la cual sea capaz de desbordar los límites de este año.
Nuestra estrategia: la unidad irrestricta de los sectores movilizados. Nuestra fuente de energía: el inmenso apoyo ciudadano expresado día a día. Nuestro objetivo: transformar por completo el sistema educacional, y no mejorar mediante reformas un sistema que tiene como piedra angular al mercado. Porque el desafío es grande, nuestra convicción es mayor.
Nueva Izquierda Universitaria www.nuevaizquierda.cl
Santiago, 28 de Septiembre 2011
