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Italia, ruptura y statu quo

La apuesta perdida de Matteo Renzi

Mientras se multiplican los arrestos y renuncias en torno a la alcaldesa de Roma, del Movimiento 5 Estrellas, éste surge como el gran vencedor del referendo organizado por el ahora ex presidente del Consejo. Los electores rechazaron la reforma constitucional, y condenaron la continuidad de las políticas de austeridad.

El rottamatore, el demoledor, finalmente fue demolido. “Vuelvo a Pontassieve, como todos los fines de semana. Entro en la casa, todos están durmiendo… como de costumbre. Salvo que esta vez es diferente. Conmigo llegan cajas, libros, ropa, cuadernos. Cerré la residencia del tercer piso del Palacio Chigi [lugar de residencia del jefe de gobierno italiano]. Vuelvo a casa de veras”. Así reaccionó, en Facebook, Matteo Renzi tras el referendo en el que su proyecto de reforma constitucional fue rechazado por el 60% de los votantes, con una tasa de participación récord: más del 65%.

En realidad, su caída no es sorprendente. El ex alcalde de Florencia fue víctima de la lógica que lo llevó al poder en febrero de 2014; una lógica propia del sistema político italiano, que permanentemente se inventa nuevos hombres providenciales, para luego incinerarlos con la misma rapidez con el objeto de satisfacer el deseo de ruptura compartido por amplios sectores de la sociedad, pero sin cuestionar el statu quo. Si bien en los casos de Mario Monti (2011-2013) y Enrico Letta (2013-2014) ese proceso había adquirido un aspecto tecnocrático, con el ascenso de Renzi adoptó un giro más político, ampliamente fundado en la denuncia del establishment...

Artículo completo: 259 palabras.

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Raffaele Laudani

Profesor de Historia del Pensamiento Político en la Universidad de Boloña.

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