La batalla en la que perdimos el miedo

Me tocó palpar a flor de piel una de las más grandes reivindicaciones sociales de la Región de Aysén, donde, bajo el lema “Aysén, Tú Problema es mi Problema”, distintas organizaciones sociales fueron tomando fuerza para dar una batalla campal en las calles y carreteras, por cada rincón de nuestra región.

Nunca habíamos visto un avión Hércules, tampoco las tanquetas, y si bien ya habíamos experimentado en Coyhaique el chorro del guanaco, nunca nos imaginamos que este conflicto tendría tal grado de agresividad. Recuerdo que eran pasadas las 21:30 horas, y uno de mis tantos compañeros de lucha me comunicó por teléfono que estaba aterrizando un Hércules lleno de Fuerzas Especiales, que en las comisarías había bastante movimiento, y que a él, desde Puerto Aysén, le habían comentado que las Fuerzas Especiales irían directo al Puerto a dispersar a las personas al precio que sea. Así, comencé a llamar a mis compañeros de lucha del “Colectivo Jóvenes Coyhaiquinos”, además de otros simpatizantes que difundieron lo que estaba pasando. Algunos quedaron perplejos, estábamos en un “estado de sitio” no declarado por el gobierno, las calles se tiñeron verde, el olor a represión era insoportable y mi teléfono no paraba de sonar. No sabíamos dónde reunirnos, no sabíamos a qué nos enfrentaríamos, lo que sí teníamos claro era que a partir de esa noche nunca más volveríamos a ser los mismos, ya estábamos dentro del barco, y no podíamos saltar si este se hundía...