El Gobierno de Chile y ONU Mujeres inicia en el Centro Cultural Estación Mapocho el Encuentro “Las Mujeres en el Poder y en la Toma de decisiones: Construyendo un Mundo Diferente”. Conmemorará veinte años de la Declaración y Plataforma de Beijing (Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer) y elaborará un documento dirigido a la sesión de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer que se realizará en Nueva York del 9 al 20 de marzo 2015.
Entre otros temas, debatirá cómo se consiguen puestos de liderazgo, compartirá “secretos” en la materia –¿se apela a un esencialista imaginario doméstico de roles?– e identificará los vacíos y retos a superar para garantizar la presencia de mujeres en la toma de decisiones.
De cara al evento, la difundida frase del Secretario General de la ONU Ban-Ki-Moon “el empoderamiento de las mujeres para la paz y el desarrollo es la inversión más inteligente que la comunidad internacional puede hacer para asegurar un futuro justo y pacífico para todos”, nos mueve como feministas a la reflexión; sugiere un retorno al enfoque instrumental de las mujeres y su eventual poder. Además, la afirmación es puesta en duda por la práctica política reciente: algunas de las mujeres más “poderosas” del hemisferio norte del mundo occidental no se han mostrado definitivamente comprometidas ni con la paz ni con el desarrollo. Como ejemplo, las implacables medidas de empobrecimiento, bajo el eufemismo austeridad, que han impuesto a pueblos como Grecia y España desde los máximos organismos financieros internacionales y de poder político militar europeo. El asunto no es sólo de liderazgos de bio mujeres, es más complejo.
Sostenemos que el poder de las mujeres se construye a través del conocimiento, de la información permanente y rigurosa de sus derechos y libertades a garantizar por los Estados, del desarrollo de deseos y de capacidades que abran camino a la apropiación de estos derechos, a su irrestricto ejercicio y a su exigibilidad, con base en la autonomía sin restricciones.
Sostenemos también que la vía para asumir liderazgos con impronta social inédita – no “femenina” inscrita en la normatividad sexo-género, sino feminista - en lo político público nacional y planetario, tiene como requisitos apropiarnos de las decisiones sobre nuestros cuerpos, y el reconocimiento de éstos como territorio primigenio de poder y democracia por parte de la sociedad en la que nos desenvolvemos.
Sabemos de los tremendos costos monetarios que conllevan estos eventos. Esperamos que para las mujeres chilenas se compense a través de un cambio cultural de la realidad conservadora que nos toca vivir. Como feministas queremos tener un sueño: que las poderosas mujeres del mundo que acuden a este encuentro, aboguen porque los derechos sexuales y reproductivos, la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, sean consagrados en Chile en un marco legal, contenido en una nueva Constitución elaborada participativa y paritariamente, que incluya el aborto sin restricciones, seguro y gratuito.
Articulación Feminista por la Libertad de Decidir
Santiago 26 de febrero 2015
