Sudáfrica, harta de sus liberadores

A fines de mayo, General Motors anunció su retiro de Sudáfrica. Esta decisión ilustra la crisis que atraviesa la primera economía de África. Con el telón de fondo de tensiones sociales, corrupción y violencia, el país de Nelson Mandela busca nuevos aires.

Agua, electricidad, educación… Sudáfrica bate todos los récords de manifestaciones por el funcionamiento de los servicios públicos. La agitación social, que ya era intensa en los años posteriores a la elección de Jacob Zuma como presidente del país en 2009, hoy alcanza nuevos desarrollos. Su principal blanco es el jefe de Estado, de 74 años de edad, quien en 2014 fue reelecto por cinco años. El pasado 7 de abril, una marea humana inundó todas las grandes ciudades del país. En las pancartas podía leerse “Zuma must fall” [Abajo Zuma], un eslogan inspirado en el lema de las manifestaciones estudiantiles que sacuden al país desde septiembre de 2015, “Fees must fall” [Abajo los aranceles]. Dicha consigna está inspirada en otro movimiento de protesta, que surgió en la Universidad de Ciudad del Cabo en 2014 y que buscaba derribar las estatuas del colono británico Cecil John Rhodes, símbolo de la supremacía blanca: “Rhodes must fall”...