Un salto a lo desconocido

Los comentaristas pusieron el acento en las características racistas del voto de los británicos en favor del Brexit, su afirmación antiinmigrantes. Pero los determinantes sociales fueron subestimados, al igual que el ajuste y el desempleo masivo que llevan a los pobres a enfrentarse entre sí.

La empleada de la boletería de esta pequeña estación del País de Gales se tomaba su tiempo, absorta en una conversación con su colega, que se lamentaba: “Ya no se pueden comprar juguetes rosas para las niñas, tienen que ser grises”. Ella respondía: “Lo mismo sucede con la palabra golliwog...”. Estos dos empleados de una gran empresa ferroviaria, vestidos de uniforme, mantenían esta conversación cerca de los clientes, sin inmutarse.

Durante la campaña en torno al referéndum por la permanencia o no del Reino Unido en el seno de la Unión Europea, este tipo de discusiones se escuchaban en todas partes, por poco que uno estuviera atento: breves e incoherentes manifestaciones de racismo, repentinas reacciones contra lo “políticamente correcto”. Yo mismo, que provengo de una pequeña ciudad obrera, entendía lo que esta gente quería expresar, más allá de los comentarios xenófobos. Una falsa rebelión de los marginados se preparaba contra los valores de una élite socialmente liberal y su proyecto de siempre: la pertenencia a la Unión Europea...