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VIH y SIDA: El juego dogmático de las cifras (o como embolinar la perdiz) por Leonardo Arenas

La semana pasada, el Subsecretario de Salud Pública junto con la Directora del Instituto de Salud Pública y el infectólogo Carlos Beltrán entregaron una evaluación de la Campaña de Prevención del Sida emitida a fines del año pasado. En esa conferencia de prensa, el Subsecretario calificó de positiva la campaña por cuanto permitió incrementar el número de exámenes y enfocar de manera precisa los mensajes preventivos a los grupos más vulnerables de la sociedad. Como corolario afirmó que existían 20 mil personas infectadas pero que no lo sabían. El infectólogo avaló la cifra al explicar que un 50% de los infectados ignora su condición y que el VIH “…se está heterosexualizando, es decir, se están presentando más casos de hombres heterosexuales y sobre todo mujeres infectados con la enfermedad…”

Pero, ¿cuáles son las cifras que avalan estas declaraciones? ¿Qué guarismos permiten esta lectura tan exitosa de las autoridades de salud?.

Si queremos hacer un análisis de los datos es imposible. En la página del Ministerio de Salud no se encuentran estudios epidemiológicos relacionados al VIH y Sida. Y en la página de CONASIDA, aún no le cambian el nombre por Programa Nacional, el último Informe Epidemiológico corresponde al año 2008. Así que intentaremos rebatir esas inferencias desde el sentido común.

Lo primero que nos dicen es que en los meses de enero y febrero de este año, los exámenes de VIH aumentaron en un 4% respecto del 2011 y sería un indicador del logro de la Campaña de Prevención. [Hummmm].

Ya, pero no conocemos las cifras de los años anteriores; quizás el 2011 fue un año fuera de la norma (para no decir “anormal”) respecto de los exámenes y tendríamos que revisar la secuencia de varios años para saber si de verdad es un aumento. Pero además, indagar en las personas que se sometieron al test si fue provocado por la Campaña; si ésta motivó la ida al Consultorio o la Clínica para conocer su estado serológico. La pregunta que hay que hacerse es: ¿Qué llevó a estas personas a realizarse el test? Y luego sacar las inferencias.

La segunda pregunta es: ¿Qué nivel de logro ex ante situó la Campaña de Prevención en lo que dice relación a la toma de exámenes?. Porque la Campaña costó $ 400 millones y arrojó un aumento del 4%, lo que equivale a 6.272 personas. Comparando con el año anterior, las notificaciones sufrieron un aumento del 16% lo que equivale a 88 personas, siendo 80 varones y 8 mujeres. Dicho de otra manera, sólo un 1.4% de los nuevos exámenes arrojó positivo. Por lo tanto, eso que la Campaña se enfocó en los grupos más vulnerables no se corresponde con las cifras.

[Queda por conocer cuantos exámenes fueron realizados en el Sistema Público y cuántos en los Privados].

Pero hay dos afirmaciones que considero más grave, al margen de la presentación de datos como estrategia comunicacional, es lo que afirma el infectólogo Beltrán acerca de la heterosexualización del VIH y la “cifra negra” de 20 mil personas que no saben que tienen VIH.

Según reproduce El Mercurio (no tendría porque no creer) Beltrán afirmó que “El VIH se está heterosexualizando, hay cada vez más mujeres y hombres con VIH. Por tanto, la campaña orientada a decirle a toda la población ’Oiga, piense que usted puede tener VIH’ está dando sus frutos". Pero unos momentos antes el Subsecretario había dicho que de los 88 nuevos casos, un 90% corresponde a varones y un 10% a mujeres; es decir, más bajo que el 12% de mujeres notificadas que da cuenta el Informe Epidemiológico del año 2010.

La verdad es que los varones seguímos siendo la mayoría de los notificados y que es difícil explicar la heterosexualización si es que no tenemos un aumento sostenido en las mujeres; salvo que tratemos de adecuar la realidad a un determinado pensamiento para no reconocer que la epidemia en Chile es principalmente homosexual; porque eso significa que las Campañas deben ser enfocadas a las prácticas homosexuales y decir que deben tener precaución con el sexo anal debería crear problemas al interior del gobierno. Al final de cuentas son centro-derecha y algunos ya están medio descolocados con el Acuerdo de Vida en Pareja y la Ley Antidiscriminación.

Lo otro es la insistencia en la ponderación de la “cifra negra” que le achacan a ONUSIDA.

En el año 2007, cuando los afiches de la Campaña decían que en Chile existían 60 mil personas que vivían con el VIH y que 37.500 no lo sabían, hice un artículo en que explicaba que era un ejercicio matemático; sino la cifra negra aumentaría a medida que más personas fueran notificadas. Ahora nos dicen que son 20 mil, eso demuestra que no entienden eso de la proyección y que tampoco leyeron mi artículo.

Esto se conoce como “trasposición didáctica”. Lo que resulta de una hipótesis de trabajo o una explicación de cómo funcionaría la realidad, se convierte por obra y gracia de la simplificación en una “verdad absoluta”. Falso señor Subsecretario, la cifra no tiene asidero en la realidad. Esto es puro y simple miedo transmitido a la población.

Por último, el objetivo planteado por el Ministro de Salud que al 2020 nadie muera de SIDA implica hacer realidad el segundo principio de la Campaña “Llegar a Cero”: Conoce tu Epidemia. Pero acá estamos a revés, porque reconocer una epidemia homosexual significa Campañas Explícitas de las Formas de Prevención y no un llamado al Examen del VIH que no es prevención como lo quieren mostrar los defensores del paradigma biomédico.

9 de julio de 2012

Leonardo Arenas Obando

Magister © en Comunicación y Política Pública.

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