En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

We Tripantu en la cárcel de Concepción. Por Nelson Godoy

Unas 70 personas llagaron el sábado 28 de Junio a la cárcel de Concepción para participar en el We Tripantu con los presos mapuches de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) Héctor Llaitúl y Ramón Llanquileo. Llovía a cantaros así que no pudo hacerse en el patio como el año pasado.

En el comedor de los comuneros se puso el canelo y cerca del mediodía comenzó la ceremonia. Héctor y Ramón explicaron que la idea era conversar como lo hacían antiguamente los mapuches, escuchar a los ancianos, a los lonkos, a las mujeres, a los werkenes, debatir problemas políticos y llevar un mensaje a las comunidades para seguir conversando.

Héctor le pidió a los lonkos Juan Carrillanca (Temucuicui), Osvaldo Millahual (Lleu lleu) y Luis Pailapichún (San Juan de la Costa) dirigir la ceremonia. Los lonkos se presentaron y entregaron breves mensajes de apoyo y solidaridad con los presos. Las mujeres pusieron alimentos en el piso y cortaron hojas del canelo. La ausencia de una machi me llamó la atención.

Cuando la ceremonia terminó Héctor y un ex mirista, trabajador de la Papelera en Laja el 73 (exiliado 35 años en Suiza) abrieron el debate. El mirista le preguntó que le parecían los dichos del intendente Huenchumilla.

Para Héctor, Huenchumilla es un político que plantea reformas inocuas como tener 4 diputados mapuches por ley “que van hacer 4 diputados mapuches con 120 momios, vayan a sentarse indiecitos nos van a decir”. El Intendente tampoco entiende bien el problema principal dice Héctor, “no es la violencia con los parceleros esa es una parte del problema. El problema son las forestales que llegaron al Wallmapu con los incentivos de la dictadura y de los gobiernos de la Concertación” (Decreto 101).

Héctor plantea el viejo dilema de reforma o revolución “Yo no voy a moverme un centímetro para conversar sobre reformitas si el Intendente viene con un mapa para sacar a las forestales del territorio mapuche ahí si que nos interesa conversar”. Ramón Llanquileo (que se avergüenza de haber sido comunista) plantea el desafío de una educación mapuche y se pregunta si es posible ser mapuche y capitalista “es aceptable que un mapuche se haga rico y explote a otro mapuche”. Ramón Llanquileo plantea recuperar prácticas de trabajo no capitalistas como la minga, vivir como comunidades y no como reducciones.

Recuperar la tierra luchando, expulsar a las forestales y que cada comunidad decida que hacer con la tierra son los elementos centrales del programa de la CAM.

Finalmente hablan los lonkos: el sabio Juan Carrillanca dice no saber mucho de política, pero se ha dado cuenta que en los últimos 30 años varias veces lo han tratado de manipular (nombra a Aucan Huilcamán del Consejo de Todas las Tierras y a Santos Millao de Ad Mapu) dice también que hay que recuperar las tradiciones mapuches como el We Tripantu que no es un día específico (“esa es una idea huinca para que tomemos y comamos”) sino los días de luna menguante de Junio cuando aparecen los brotes nuevos.

Juan Pichún lonko de Traiguén, se parece mucho a su padre Pascual (que pasó varios meses preso por un juicio con un lobista del Partido Radical, terrateniente de la zona). Él y su esposa explican porque están ahí apoyando a los presos de la CAM. Los motiva la solidaridad y la indignación con las injusticia (Héctor y Ramón están presos por la Ley Antiterrorista).

Pensé que la CAM estaba debilitada y dividida (eso ha dicho Pedro Cayuqueo) pero es un error. En realidad está censurada por los medios, estigmatizada por El Mercurio y La Segunda, ninguneada por ciertos intelectuales mapuches, esquivada por políticos como Huenchumilla.

En el We tripantu habían lonkos y werkenes de todo el territorio mapuche: de la cordillera, de Temucuicui, de Traiguén, de Osorno, de San Juan de la Costa, de Chiloé etc. Los vínculos son fuertes y la solidaridad grande. Fue un privilegio estar ahí ese día.

Nelson Godoy Figueroa @DnTiuque

Compartir este artículo