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FF.AA., a propósito de Sófocles. Por Gastón Tagle Orellana

"Filoctetes marchó a Troya enfermo por la mordedura de una serpiente. El olor de la herida molestaba a los marineros, quienes decidieron abandonarlo en la desierta isla de Lemnos. Le dejaron un arco y unas flechas para que pudiera sobrevivir. Ese arco, sin embargo, era regalo del mismísimo Heracles.

Un oráculo anunció que la toma de Troya no sería posible sin ese arco. Por ello, los griegos vuelven a la isla de Lemnos. Neoptólemo (hijo de Aquiles) y Odiseo intentan que Filoctetes entregue el arco y, para conseguir su propósito, el astuto Odiseo se vale de engaños y artimañas.” (1). Nuestra propia tragedia está perfectamente representada en esta pieza del teatro griego. Hay unas FF.AA. que han abandonado a la ciudadanía y pasan por encima de la democracia, que para ellos huele mal, pero que sin embargo, de vez en cuando, la necesitan para justificar a quién dirigir discursos con veladas amenazas. Pero en el fondo del asunto, estas FF.AA. no son sino quienes hacen, de vez en vez, el trabajo sucio de una elite política que se siente amenazada en sus privilegios, particularmente de la derecha más conservadora, esa derecha cínica que atesora oxidados valores cristianos, patriotera y que ha vendido casi completamente el país a las transnacionales (previo robo) y que incluso en su desvergonzado cinismo, comercia con una China comunista (o lo que queda) porque es buen negocio para ellos, la farsa llevada al extremo. Las FF. AA. en pleno han manifestado su descontento ante una parodia de “entrevista”, reaccionando corporativamente y haciendo el ridículo, a través de un discurso absurdo, político a todas luces y, además, una farsa. Siendo un acto nefasto, aún peor fue la actitud del gobierno que, a todas luces, apoyó la asumida tragedia de quienes se sintieron ofendidos por tal acto mediático y recurrieron a lo que – al parecer – saben hacer mejor: intimidar, aunque a estas altura con un superlativo sentido del ridículo. FF.AA, que espían a una jueza de la república (qué queda para el ciudadano de a pie) porque investiga y descubre cómo la corrupción se ha enquistado en algunos personajes del alto mando del ejército y lo que es peor, dos de sus comandantes en jefe y otros oficiales superiores, procesados; también a periodistas que destaparon esta situación y a sus propios integrantes porque los denunciaron. Todo esto engañando a la justicia, para intervenir teléfonos. Y además, en la inmensidad de su ridículo, se toman el trabajo (arduo, al parecer) de una defensa corporativa, las preguntas que surgen son varias, si el canal u otro medio o un ciudadano de a pie continúa con alguna crítica, ¿qué viene? ¿Un farandulero ejercicio de enlace en donde el gobierno o lo que queda de él apoyará a las FF.AA. porque está su honor de por medio?

En las FF.AA. como en la tragedia griega, hay una expresa sensación de angustia, sensación que aparece cada vez que deben definir su ser que se confronta inmediatamente con su deber (2) y en democracia (aún en nuestra “protegida” democracia) eso resulta en una tragedia, para luego transformarse en una farsa, como muy bien diría Marx.

1) http://www.edu.xunta.gal/centros/iesalvarocunqueiro/node/115

2) Ver García Pérez, David “La angustia del ser y del deber en la tragedia griega.” Nova tellus [online]. 2008, vol.26, n.2, pp.103-120. ISSN 0185-3058. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-30582008000200004

Prof. Dr. Gastón Tagle Orellana. Académico Universidad de Valparaíso.

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