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El golpe militar de 1973 a 50 años

El escenario bipolar que enfrentó Allende

El golpe militar (1) de septiembre 1973, terminó a sangre y fuego con el proyecto de transformación socialista en democracia y abrió camino a un régimen de terror desde el Estado y a un proceso de refundación capitalista autoritaria que significaba la destrucción del orden político y de todos los proceso de democratización, desarrollo y modernización que había tenido el país a lo largo de su historia, principalmente, desde mediados de los sesenta.

El proyecto de transformación socialista en democracia encabezado por el Presidente Allende y los partidos de la Unidad Popular, constituía una respuesta única al desafío de los sesenta en América Latina de superar el capitalismo y la dependencia, con una fórmula que no fuera la revolución en su dimensión insurreccional o de lucha armada, sino en el completo respeto a las instituciones democráticas. El escenario que se abrió a partir de la victoria electoral de la Unidad Popular en Septiembre de 1970 fue un escenario bipolar en que se enfrentaban, por un lado, un proyecto socialista democrático que debía desarrollar un programa, parte del cual alcanzó a realizarse, cuyo núcleos centrales eran la construcción de un área de propiedad social que permitiera un nuevo modelo de desarrollo y un conjunto de medidas que resolvieran los grandes problemas que acuciaban a los sectores populares, lo que incluía la participación y movilización de éstos. Y por otro lado las fuerzas económicas y políticas nacionales e internacionales dominantes (los Estado Unidos) que buscaban mantener y profundizar el statu quo y suya lógica de acción y objetivo central desde el inicio (incluso antes de asumir el gobierno de Allende) era su eliminación.

Fin de las lealtades

En este escenario bipolar, (capitalismo vs socialismo en democracia en términos de proyecto, derecha vs izquierda en términos políticos, pueblo contra clases dominantes en términos sociales) en que inicialmente el centro político, la Democracia Cristiana y las clases medias no se identificaban con los dos polos y las Fuerzas Armadas mantenían su posición de respeto al Gobierno, participando más adelante en él institucionalmente, la Unidad Popular debía realizar su programa para cumplir su promesa, atrayendo a las clases medias y su expresión política para hacerse realmente un gobierno mayoritario. Y la derecha y los poderes económicos, por su parte, siguiendo su estrategia de eliminación o derrocamiento del gobierno para lo que podían utilizar cualquier medio (institucional o insurreccional), buscará impedir de diversas maneras la realización del programa y crear las condiciones para que el centro político se subsuma en su estrategia y para ello le entregará el liderazgo de la oposición como se expresa las elecciones parlamentarias de marzo de 1973 en que se buscaba el derrocamiento constitucional del gobierno, y, al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas pierdan su lealtad con el sistema institucional y derroquen al gobierno legítimo convirtiéndose en una dictadura portadora del proyecto de destrucción de la democracia y restauración y recomposición del orden capitalista.

La autocrítica

El debate en torno al golpe militar y la dictadura en el tiempo de la conmemoración de los 50 ha enfrentado a quienes lo justifican o lo buscan explicar basándose en la crisis política y social de la época de la que sería culpable solamente el gobierno de la Unidad Popular, aunque muchas veces criticando las consecuencias posteriores en (…)

Artículo completo: 1 815 palabras.

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Manuel Antonio Garretón Merino

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