Este año 2025 no es una fecha cualquiera para las y los Trabajadores Sociales, quienes conmemoran 100 años de esta profesión en Chile, y América Latina y el Caribe.
La primera escuela de Trabajo Social en Chile fue la “Escuela de Servicio Social de la Beneficencia Pública”, inaugurada el 4 de mayo de 1925.
En 1955 se dicta la Ley N° 11.934 que crea el Colegio de Asistentes Sociales de Chile, las condiciones de afiliación definían la obligación de formar parte del Colegio de Asistentes Sociales a todas las personas que ejercían la profesión y estuviesen en posesión de un Título Profesional otorgado por una Escuela de Servicio Social de Estado o por Escuelas de Servicio Social dependientes de Universidades reconocidas por el Estado.
En el año 1972 surgen las primeras conquistas del Colegio de Asistentes Sociales de Chile, gracias a la acción de la Directiva Nacional del Colegio de Asistentes Sociales, y la acción parlamentaria de la colega y entonces diputada Wilma Saavedra Cortés, el congreso nacional aprueba la Ley 17.695, promulgada por el gobierno de Salvador Allende el 24 de junio de 1972, la que modifica la Ley original del colegio y establece las nuevas normas por las que éste se regirá, en ese cuerpo legal se consagra un logro histórico para la `profesión ya que en su artículo 31 se precisa en forma textual: a partir de la vigencia de la presente ley, en los cargos de jefatura de los departamentos y servicios de Bienestar Social de los organismos fiscales, semifiscales o de administración autónoma, municipales y particulares, sólo podrá designarse a los profesionales que poseen el título de asistente social.
Meses antes del golpe de Estado, a consecuencia de la acción de las distintas directivas del colegio ante los respectivos gobiernos de turno, los asistentes sociales tenían una jornada profesional de 33 horas, habían logrado la inclusión en todos los escalafones profesionales de la administración pública, desde la década de los sesenta se consiguió que todas las industrias públicas y privadas contaran con una oficina de servicio social, el reconocimiento en el sector público de la asignación de título universitario consistente en un bono mensual equivalente al 30% del salario y para lo cual se elevó la carrera de tres a cuatro años y se reconoció la práctica profesional y la elaboración de la memoria de prueba, hoy tesis, como quinto año académico, entre las principales iniciativas.
Estas acciones permitieron una situación de pleno empleo, reconocimiento funcionario, condiciones laborales adecuadas, en síntesis, lo que la oit considera un trabajo digno o decente, aunque los salarios no siempre eran todo lo satisfactorio que hubiesen deseado, pero que en la práctica también reflejaban las diferencias existentes en los distintos servicios públicos, los que congregaban a más del 80% de los profesionales, con un claro predominio de contrataciones en el área de la salud pública.
El Colegio Profesional debía velar por el progreso, control ético de la profesión, protección a los afiliados, estimular investigaciones científicas de problemas de interés social y propender al perfeccionamiento de la legislación vigente.
En la actualidad estamos promoviendo la inclusión del Trabajo Social y sus indicaciones técnicas en la Ley de Código Sanitario, y elaborando la primera Ley Trabajo Social Chileno.
Colegio de Trabajadoras y Trabajadores Sociales de Chile A.G.
Consejo Nacional
Descargue gratuitamente el libro RUTA DE LA MEMORIA A 100 AÑOS DE TS LATINOAMERICANO: Cartografiando cimientos y proyectando perspectivas:
