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Las lecciones políticas del asbesto

El asbesto es uno de los mayores asesinos en la historia industrial. Por inhalar fibras de este mineral millones de personas a lo largo del mundo desarrollaron enfermedades pulmonares. Cada año mueren unas cien mil personas a causa de las tóxicas fibras, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Hoy surge la interrogante cómo fue posible que casi por un siglo se permitiera el empleo de un mineral que, desde 1924, se sabía que tenía consecuencias letales si sus partículas eran aspiradas.

En Chile hubo que esperar hasta el año 2001 para que fuese prohibido su empleo en planchas de cemento para tejados y balatas de freno. En todo caso el país tiene la distinción de ser el primero, en América Latina, en proteger los pulmones de sus ciudadanos de las microscópicas fibras.

La primera lección de la trágica huella de muertes provocada por el asbesto es la necesidad de la estricta y rigurosa aplicación del principio precautorio. Esto significa que el peso de la prueba sobre la peligrosidad de un producto recae sobre quien lo emplea y no sobre la víctima. Quien desee emplear materiales nuevos debe demostrar, más allá de toda duda razonable, que no son nocivos. No es aceptable que mueran miles para después probar que un producto es tóxico. El asbesto, especialmente el azul, fue utilizado en revestimientos de túneles, paneles de edificios, para aislar calderas en industrias y buques, así como en piezas como las balatas sometidas a gran fricción donde se producen elevadas temperaturas. Los industriales argumentaron que el mineral poseía características únicas. Asbesto en griego significa que no arde, por lo tanto constituye un excelente cortafuego, además de ser barato y liviano. Por eso se le empleó para aislar calderas que podían recalentarse. Fue en la limpieza de las calderas de un buque de guerra que el actor norteamericano Steve McQueen, que servía en la infantería de marina, se presume contrajo la asbestosis que le causó la muerte.

Artículo completo: 351 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de enero 2007
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Raúl Sohr

Raúl Sohr es analista internacional y autor de varios libros entre los que destacan "El fantasma del terrorismo" y la novela de ecoficción "La muerte rosa".

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