Sin que sea necesario declararlo, bastaría al parecer con haber nacido al sur del río Bravo para ser latinoamericano, pero cientos de pueblos indígenas con sus particulares lenguas y culturas rompen tal categorización. Por sobre los obstáculos, son muchos los que apuestan por la unidad y se la juegan por formar sostenedores de la integración del continente, integración “hecha desde abajo”, como todavía se usa decir por estos lares.
Constituida recientemente en Santiago, como un esfuerzo de la Asamblea Regional de Ciudadanos del Cono Sur, la cátedra Francisco de Miranda nace para acercar los anhelos de convivir pacíficamente en un camino de colaboración y de paz entre las muy diversas comunidades del territorio que tienen tal propósito. La formación de líderes sostenedores de la integración latinoamericana, es la ambiciosa meta de los organizadores, el comité de la Asamblea Regional de Ciudadanos, que ha reunido a comienzos de junio a representantes de universidades, de comunidades nativas y de organizaciones sociales de Argentina, Perú, Bolivia y Chile, unas 80 personas en total, quienes definieron en conjunto los contenidos de esta iniciativa singular que puede entenderse como un diálogo de culturas, una búsqueda de identidad y una reflexión de pensamiento propio impulsado por el deseo común de emancipación y unidad.
Aún en pleno siglo 21 la distancia es una dificultad que la cátedra deberá salvar con los elementos tecnológicos disponibles suministrando un soporte digital común, una biblioteca virtual y un sitio de intercambio en internet. Los obstáculos gravitantes no son de este tipo, obviamente, sino el entrecruce de nacionalidades, chovinismos históricos, redes locales de diversa clase cuyos objetivos han de ser enlazados con el propósito de la unidad sin fronteras para las mayorías de América. Tal es el reto asumido por todos, compromiso aceptado así, con todas las dimensiones de su complejidad, incluidas las barreras de los conceptos y el peso de la dominación histórica, como lo expuso el profesor de la Universidad Arturo Prat de Iquique, Pedro Godoy, uno de los inspiradores de la cátedra.
“Productos de una historia que enseña a la infancia que no somos un continente sino un archipiélago de repúblicas, aprendemos a concebir a los vecinos como enemigos. Desaprender aquello de que ‘el Estado es la nación políticamente organizada’ es tarea difícil. Tampoco es fácil aprender el concepto sociológico de nación como núcleo dotado de común sangre y cultura con una macroidentidad. Esto es clave para 20 colectividades afectadas de etnocentrismo respecto a la república vecina y de complejo de inferioridad frente a las megapotencias”, señala Godoy “La acción integradora debe examinar estos enfoques”, remarca.
Esta dificultad de integración vive también en la variedad de pueblos del suelo americano, cada uno con una identidad, origen racial y lengua propias. Tal como lo hace notar Rodrigo Torres de Cochabamba, (…)
Texto completo en la edición impresa del mes de julio 2008
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl