El catolicismo europeo en crisis

Después de las Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas en Sydney, Australia, en julio pasado, el papa Benedicto XVI, de visita en Francia del 12 al 15 de septiembre, prosigue su búsqueda de una “renovación de la fe”. La secularización de los países de vieja tradición católica como España e Italia, e incluso de sitios reconquistados recientemente como Polonia, amenaza la influencia de la Iglesia. Los episcopados europeos reaccionan luchando en el terreno de los “valores”, del que se presentan como guardianes inflexibles.

El 20 de julio pasado, al clausurar las 23º Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Sydney, Australia, el papa Benedicto XVI anunciaba que las próximas se desarrollarían en Madrid del 15 al 21 de agosto de 2011. “Es un gran apoyo a la Iglesia española”, señaló inmediatamente el diario católico español de derecha ABC. En efecto, España es el único país, junto con Italia, en organizar por segunda vez este acontecimiento, desde su creación en 1984. Es además hasta ahora el único país en recibir una segunda visita de Benedicto XVI, desde su elección en 2005. ¿Será España, para el nuevo Papa, lo que Polonia para Juan Pablo II: la vanguardia de la reconquista católica de una Europa que se vuelca al secularismo y al relativismo?

Zapatero, el enemigo

Es lo que hace pensar la intensa actividad eclesiástica que impulsa el Papa. Una veintena de obispos españoles salieron a las calles de Madrid, el 18 de junio de 2005, para protestar, junto con cientos de miles de manifestantes movilizados por asociaciones católicas, contra el proyecto de matrimonio homosexual que defendía el gobierno socialista. Semanas más tarde, el 12 de noviembre, la ciudad se veía nuevamente invadida por cientos de miles de españoles en contra del proyecto de ley que vuelve optativa la enseñanza de la religión católica y disminuye el peso de la Iglesia en el sistema escolar...