El incierto futuro de la OMC

El desplazamiento del poder mundial se refleja en las negociaciones comerciales internacionales. El fracaso de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio demuestra la impotencia de los países centrales para seguir imponiendo sus condiciones en desmedro del desarrollo de los países emergentes.

La llamada “Ronda del Milenio” (o “Ronda de Doha”) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no ha logrado, tras siete años de negociaciones, culminar con un acuerdo que satisfaga a todos sus países miembros, en particular, a los países en desarrollo. El futuro de la Ronda es incierto, y su evolución dependerá de la crisis mundial y las respuestas que se articulen.

Muchos de estos países se preguntan hoy si la Declaración Ministerial que lanzó la Ronda con el objetivo de promover el desarrollo económico no es más que una expresión retórica de la diplomacia. Los países desarrollados no sólo resisten modificaciones de fondo a sus políticas de proteccionismo agrícola, sino que demandan, a cambio de modestas concesiones, una drástica reducción de los aranceles para productos industriales...