Los signos de agotamiento del gabinete han quedado transitoriamente ocultos ante el protagonismo presidencial y de algunos ministros luego del accidente minero en el norte. Aunque el ajuste ministerial se postergue, persistirá la tensión de tener en su interior a dos eventuales candidatos presidenciales en indisimulada carrera.
Aferrado al papel arrugado con letras rojas, que los mineros sepultados en la mina San José hicieron llegar a la superficie para dar a conocer que están con vida, el presidente Sebastián Piñera ha intentado capitalizar el torrente de emociones que generó la tragedia y, de paso, dar un nuevo impulso a su gobierno.
A casi seis meses de haber llegado a La Moneda, el gobernante estaba sintiendo las primeras presiones por hacer un ajuste a su gabinete. Silenciosamente, la posibilidad del reacomodo ministerial era analizada en los partidos oficialistas y entre los más cercanos asesores del mandatario. “Hay un cierto agotamiento de este equipo”, explicó un parlamentario RN, quien fundamenta en “algunos desfases e incompetencias notorias” la necesidad de realizar la remodelación ministerial...
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