Gossip Girl, la serie que hace amar a los ricos

“Yo creo que existe una fascinación inherente por ese mundo al que sólo pertenecemos si hemos nacido en él. Ya en Newport Beach el tema era la gente rica que vivía en una gated community (barrio privado) pero, si uno tenía dinero y éxito suficiente, podía convertirse en uno de ellos. En el Upper East Side, en cambio, cuenta únicamente el derecho de nacimiento. Aquí sólo se encuentran personas cuya familia llegó en el Mayflower. Yo que crecí en Calgary al lado de una madre soltera, no podría haber estado más alejada de ese universo y, sin embargo, siempre estuve fascinada por la idea de que existiera”. Estas consideraciones de Stephanie Savage, la guionista y productora que –junto al joven prodigio de la televisión Josh Schwarz– creó Gossip Girl, hablan sobradamente del masoquismo radical que rige el éxito de la serie.

Lanzada en Estados Unidos por CW (el canal para adolescentes, propiedad conjunta de CBS y de la Warner Bros) al inicio de las clases en 2007, pone en escena a un grupo de alumnos muy ricos de una escuela privada de Nueva York. Esta serie, mirada tanto por el público al que es dirigido como por adultos jóvenes –en particular mujeres– en quienes despierta la nostalgia de sus años de colegio, se difunde ahora en unos cincuenta países (entre los cuales se encuentra Francia, a través del canal TF1)...