Chile acaba de entregar todas las señales políticas que provee el sistema democrático para excluir la energía nuclear del futuro energético del país. Hoy, a pesar de la tremenda presión del empresariado minero e industrial corresponde al gobierno actuar en consecuencia.
La moratoria a la energía nuclear votada por la mayoría de la Cámara de Diputados el pasado 22 de marzo, junto a la petición de la Alianza (a su propio gobierno) de restringir los recientes acuerdos nucleares con Francia, Argentina y Estados Unidos, a formación científico técnica y seguridad, constituyen una potente demanda política al gobierno de Sebastian Piñera para excluir la opción nuclear de la futura matriz luego energética. Esta señal política desde el Congreso Nacional refleja a cabalidad la posición de la ciudadanía chilena, cuyo tradicional rechazo a la energía nuclear se ha incrementado a un 86% luego de la catástrofe nuclear de Fukushima...
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