La falta de canales efectivos de participación ciudadana en las decisiones que la involucran, la creciente pérdida de legitimidad del sistema político, sus instituciones, incluidos los partidos, así como la cada vez menor identificación y distancia de las personas con sus representantes en instancia de poder, están configurando una crisis política que subyace en los renovados intentos por cambiar el sistema electoral binominal. El pronóstico de cómo evoluciona esta crisis asusta a los actores políticos institucionales, que avizoran una baja participación en las elecciones y, derivado de ello, un eventual vaciamiento del sistema.
La nueva arremetida contra uno de los principales pilares del sistema político heredado de la dictadura, es apenas un esbozo que ya ha concitado la esperada y férrea resistencia de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido que más se ha beneficiado del modelo binominal...
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