El resurgir de los movimientos sociales

Desde mediados de la década pasada el movimiento social chileno ha vuelto a levantar cabeza a partir de diversas movilizaciones que han logrado captar la atención del país, presentando –en términos de contenidos y de formas– demandas y métodos de lucha de una radicalidad impensada en los tibios años de la transición.

Las movilizaciones de trabajadores de diferentes sectores de la economía, de los estudiantes, de los pobladores sin techo, o en contra de represas y proyectos termoeléctricos rompieron con el discurso dominante de los 90 que hablaba de una juventud sin interés en la política, o afirmaba que las organizaciones sociales ya no eran herramientas útiles para solucionar los problemas de las personas.

El 2001, hace once años, vio el resurgimiento de un movimiento secundario con capacidad de movilización potente en las calles, y que presentaba una dinámica de organización cuyo fundamento era la horizontalidad. La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) nacía en Santiago como sucesora de la antigua Federación de Estudiantes Secundarios, convocando a miles de estudiantes en las calles, para protestar en contra del fraude existente en torno al pase escolar...