Es una urbanización como las miles existentes en Francia. Casas rodantes cuidadosamente ubicadas en estacionamientos colectivos, casas clonadas con setos perfectamente podados y rodeados de barreras plásticas, carteles “Cuidado con el perro”: estamos en la Mancharderie, en el corazón de la comuna de Beaucouzé, en la periferia de Angers.
Son las 19:30. Hora en que, habitualmente, el matrimonio Dupont come en torno a la vieja mesa de madera, con la televisión en sordina. Pero ese día, tras las paredes de su casa Phénix [prefabricada] resuenan los martillazos. Patrick Dupont está luchando con el viejo armario de su bisabuela. Tras haber reinado en la sala durante casi treinta años, esa antigüedad debe cederle el lugar a un conjunto más moderno: “La apertura de Atoll nos dio ideas”, confiesa Dupont, recuperando aliento un instante...
Texto completo en la edición impresa del mes de julio 2013
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl