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Los orígenes del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973

El golpe cívico-militar y el terrorismo

Hoy se sabe que el golpe, designado a menudo como “golpe militar”, fue en realidad iniciado por civiles que se pusieron en relación con militares. Fue entre presidentes de corporaciones patronales, propietarios de medios de comunicación, editorialistas de El Mercurio, que se decidió hacer campañas de prensa, embestidas institucionales, huelgas insurreccionales para paralizar el país y también olas de más de mil atentados terroristas contra infraestructuras -éstas con ayuda de marinos golpistas- que provocaron impresionantes destrucciones y muerte de personas. Los pocos responsables que pudieron ser aprehendidos, como el grupo que atentó contra el edecán Arturo Araya, terminaron indultados después del golpe o se beneficiaron del cierre de los casos por tribunales cómplices, que perpetraron el delito de prevaricación más importante de la historia.

El primer cenáculo que reúne civiles que acarician la “opción militar” con militares, es el club Cofradía náutica del Pacífico Austral. Allí se encuentran, desde 1968, altos oficiales navales como Toribio Merino, Patricio Carvajal, Arturo Troncoso, Pablo Weber y José Radic Pardo (quien llevará el ‘Plan Z’ a la revista Qué Pasa), con “unos pocos civiles cuyo número se irá ampliando”, reconoce Arturo Fontaine. Está Agustín Edwards y tres de sus hombres: Roberto Kelly (ex marino futuro ministro ODEPLAN), Hernán Cubillos (ex marino y futuro ministro de Relaciones Exteriores) y Fernando Léniz (administrador de Edwards y luego ministro de Hacienda), entre otros (1). En 1972 se integran el general Sergio Arellano y el general de carabineros Arturo Yovanne, organizadores del golpe en sus instituciones. Aparentemente, la Cofradía continúa funcionando después del golpe, y cuenta entre sus miembros a Jorge Ehlers, ex cadete naval, director de deportes bajo la dictadura e implicado en el asesinato del edecán Araya en 1973 (2).

El segundo grupo es una organización empresarial constituida en Viña del Mar en septiembre de 1971, con un propósito explícito: “el derrocamiento del régimen del señor Allende”, afirma su fundador Orlando Sáenz (3), presidente de la SOFOFA. Llega a tener 70 personas dedicadas a organizar la crisis económica y el desorden social que infundan pánico en la población y la incite a clamar por una intervención militar. Este grupo organiza el paro de octubre 1972 y el de julio-agosto 1973. Dispone de cinco cuentas en Europa, Estados Unidos y América latina, copiosamente alimentadas: “¿Plata de la CIA? ¿Plata de la ITT o de otras empresas transnacionales? Ése no era nuestro problema.”, explica Sáenz. El dinero se lo entregaba a Léon Vilarín (presidente de los camioneros); a Pablo Rodríguez (jefe de Patria y Libertad); a Pedro Ibáñez (lo que correspondía al PN); a Felipe Amunátegui (lo que correspondía a la DC) y a Jaime Guzmán, (encargado de los gremialistas). El grupo se reunirá pronto con oficiales navales (4).

El tercer grupo fue revelado por el general aéreo Nicanor Díaz (ministro del Trabajo de la dictadura) en 1990. Resuelto a “botar a Allende” se reúne los lunes en casa de Hugo León Puelma (presidente de la Cámara chilena de la Construcción y ministro de Obras Públicas de 1975 a 1979). Lo componen, entre otros, los presidentes de las asociaciones de patrones: Julio Bazán (Confederación de Colegios Profesionales); Alfonso Márquez de la Plata (Sociedad Nacional de Agricultura, ministro de Agricultura de la dictadura); Orlando Sáenz (SOFOFA) y Manuel Valdés (Confederación Nacional de Empleadores Agrícolas). “Yo sé -afirma Nicanor Díaz- que hubo contacto con los marinos, con los capitanes de navío que estaban metidos en el baile”. Por ejemplo, el almirante Patricio Carvajal se presenta en la oficina del general Díaz, a una reunión golpista, acompañado de Hugo León (5).

Al mismo tiempo, funciona un comité coordinador golpista que se reúne semanalmente en la oficina de Cubillos, en la editorial Lord Cochrane, para decidir sobre las campañas de prensa. Lo componen Roberto Kelly, René Silva Espejo (director de El Mercurio), Arturo Fontaine (…)

Artículo completo: 1 991 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de septiembre 2013
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Jorge Magasich

Historiador.

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