El trabajo es un derecho humano fundamental para el desarrollo de la vida de las personas, y la discriminación es una barrera a su pleno ejercicio; priva el acceso a recursos, niega la autonomía e independencia económica y restringe la libertad. Las mujeres son el sector mayoritario de la población (51%) que sufre discriminación. La democracia solo es posible entre seres libres, por ello la igualdad para las mujeres sigue siendo un imprescindible en una sociedad democrática.
En las últimas décadas Chile se ha esforzado por superar esta situación discriminatoria. Sea por la exigencia de justicia de las mujeres, por la necesidad de erradicar la pobreza, o por la presión de la competitividad económica internacional, se fueron implementado importantes políticas públicas, laborales, culturales y modificaciones jurídicas, que han posicionado a la mujer como un sujeto social autónomo, han visibilizado y sancionado problemas graves del ámbito privado, como la violencia intrafamiliar; y han facilitado mayor inclusión de éstas a la vida social y política del país.
Uno de los ámbitos que más exige la intervención pública es el trabajo donde la exclusión de las mujeres es notoriamente más profunda. Los diferentes gobiernos han intensificado sus acciones para cambiar esta realidad y Chile exhibe cifras oficiales que indican que en dos décadas se ha doblado la cifra de incorporación de mujeres al mundo laboral, que un 56 % de los nuevos empleos generados en los últimos años han sido ocupados por mujeres, lo que ha elevado la tasa de empleo femenina cercana al 50%...
Texto completo en la edición impresa del mes de noviembre 2013
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl
