Nuevo Gobierno y fuerzas sociales: Una compleja oportunidad

La abstención, ese enorme nubarrón de indiferencia, cansancio de la política en su forma actual y protesta contra el sistema, los derrotó a todos. Para apreciarlo no hay que mirar sólo los porcentajes, que en este caso sirven para encubrir los datos reales. El total de votantes del 2013 es el más bajo del período post dictatorial. Bachelet obtuvo el menor número de votos alcanzado en primera vuelta por un candidato de la Concertación posteriormente electo en el balotaje y bajó cien mil votos en relación a su propio logro del 2005. Matthei registró la más baja votación absoluta de la derecha, cien mil votos menos que la alcanzada por Alessandri en 2003. Marco Enríquez-Ominami perdió 700.000 votos, la mitad de su gran votación del 2009.

Todos estuvieron por debajo de sus augurios. Bachelet sacó ventaja sustancial y es la ganadora, pero deberá ir al balotaje. Matthei perdió por 21 puntos prácticamente irremontables. Enríquez-Ominami, Parisi y Claude estuvieron lejos de pasar a la ansiada segunda vuelta que ellos mismos señalaron insistentemente como su objetivo. Entre los candidatos alternativos sólo Miranda provocó un real impacto, por su presentación inteligente y desde una perspectiva siempre excluida. Sin embargo, su votación fue esmirriada...