Organización y movilización por la educación pública

La expectación para el primer año de gobierno es alta: las preguntas son el grado de cumplimiento de las promesas de campaña y, también, el rol que jugará el movimiento social ante la nueva coalición y sus anuncios. Esto último, dado que el ciclo de movilizaciones iniciado el año 2005 aún no ha tenido ningún hito político de cierre. Por el contrario: los niveles de conflictividad y descontento han ido aumentando.
La masividad y radicalidad de las movilizaciones estudiantiles del año 2011 junto a la estrategia del gobierno de Sebastián Piñera de apostar al desgaste y la represión permitió diferenciar claramente el proyecto educativo actual del que interesa a la mayoría de Chile: un sistema público, gratuito y de calidad para todos y todas.

Aun cuando conocemos la historia de consolidación y profundización del neoliberalismo determinada por la progresiva indiferenciación de los proyectos defendidos por la Concertación y la Alianza, no podemos desconocer que el escenario político cambia con el nuevo gobierno. La necesidad de acercarse al movimiento social se vislumbraba desde la incorporación del Partido Comunista a la Nueva Mayoría. A esto se suma la utilización de las consignas estudiantiles del 2011 en el programa presidencial y las campañas electorales. Más recientemente, esto se evidencia con las invitaciones del ministro de Educación a conversar con las organizaciones estudiantiles y del mundo de la educación…