La resistencia de los conservadores

La principal amenaza al proceso transformador que se inició con las movilizaciones sociales del 2011 -y cuyas demandas han sido parcialmente recogidas por las fuerzas que apoyan a la presidenta Michelle Bachelet- se manifiesta en el pétreo conservadurismo que atraviesa a las elites sociales y políticas, que es mayoría en la derecha y que además se expresa, opera e influye en la Nueva Mayoría y en sus espacios de poder en La Moneda y en el Congreso.

La derecha y particularmente la UDI han resistido todo lo que han podido al proyecto de la reforma tributaria, aunque éste es moderado (1). De hecho dentro de las fuerzas de gobierno hay sectores que han coincidido con la derecha en una apreciación política de que este cambio tributario es “más radical” que el aconsejado. Es claro que las insuficiencias de la reforma tributaria, particularmente al dejar fuera de mayor tributación a las veinte mineras más grandes que están prácticamente exentas, pueden ser atribuidas a los sectores más conservadores que temen la fuga de los capitales mineros, un sector que proyecta inversiones por más de 100 mil millones de dólares en el transcurso de esta década…