La dictadura cívico militar usó exactamente 1.132 recintos para mantener a personas prisioneras a lo largo de todo Chile; la gran mayoría de estos lugares funcionaron durante los primeros años de represión y en éstos los represores aplicaron torturas sistemáticas, ejecutaron sumariamente a más de dos mil detenidos y a otros más de 1.200 los hicieron desaparecer.
Más de 40 años después, solo 1.073 ex agentes represores, en su mayoría integrantes de las ramas de las Fuerzas Armadas -de las cuales dependieron los recintos de reclusión- han sido procesados, acusados y un número notoriamente inferior, condenados. La diferencia entre el número de recintos y la cantidad de ex agentes procesados da cuenta de la brecha de impunidad en que ha vivido Chile en estas cuatro décadas...
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