Pese a la profunda crisis que golpea a todo el sistema político chileno, la derecha y sus partidos buscan su oportunidad e incluso intentan mostrarse optimistas, creen poder lograr un buen desempeño en la elecciones municipales del año próximo y apuestan al derrumbe de la actual alianza de gobierno y así regresar a La Moneda, incluso con el mismo candidato que les dio un efímero triunfo en 2009: el empresario y operador financiero Sebastián Piñera.
El pasado 20 de julio, Renovación Nacional (RN), la Unión Demócrata Independiente (UDI), el Partido Regionalista Independiente (PRI) y Evolución Política (Evópoli) dieron la partida a un camino hacia la búsqueda de la unidad, que les permita ganar gobierno locales y luego dar el salto en la presidencial. No es el primer intento unitario desde que la Nueva Mayoría les infringió una fuerte derrota en las elecciones pasadas; hace menos de un año, aunque con otros dirigentes, también firmaron actas de acuerdos para articularse como bloque opositor al gobierno de Michelle Bachelet. Pero el estallido del escándalo del financiamiento irregular a las campañas realizados por el Grupo Penta llevó a la derecha a un pantano del que no logra salir. Esta operación político-comunicacional de unidad es un esfuerzo en esa dirección...
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