Dos grados adicionales ¿no es ya demasiado?

Desde la Conferencia de Copenhague de 2009, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático apunta a limitar el calentamiento planetario en 2º Celsius. Este objetivo guiará las negociaciones de París sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero tal modificación del clima ya podría tener consecuencias muy perjudiciales.

Contener el calentamiento global en 2º C en relación con el período preindustrial: esta idea se basa en los trabajos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC), que estudia una variedad de escenarios y sus consecuencias. Evocado a partir de fines de los años 90, este objetivo se discutía en el seno de la Convención de las Naciones Unidas desde los años 2000. Parecía capaz de impedir consecuencias graves o irreversibles a escala global. Todas las partes adoptaron esa cifra, que también se difundió entre el público en general.

El último informe del GIEC, publicado en 2014, evalúa en 0,85º C el aumento de las temperaturas desde 1880 –aproximación razonable de la época preindustrial–. Es como decir que ya se alcanzó una parte considerable del calentamiento admisible. Y la mayoría de las regiones del globo resultaron afectadas. En la agricultura, por ejemplo, se percibe un menor rendimiento del maíz y el trigo o, a la inversa, un incremento de la producción en algunas regiones de altas latitudes, e incluso un mayor aumento de la mortalidad de árboles en otras...