Islotes de Resistencia

Cuando se le preguntó a Fleur Pellerin, Ministra de la Cultura y la Comunicación de Francia, sobre la estruendosa irrupción de los señores Vincent Bolloré y Patrick Drahi en el universo de los medios de comunicación, dio una tranquila respuesta: “Un movimiento de concentración en los medios puede ser beneficioso si favorece la transición a los modelos vinculados a los nuevos usos digitales. Desde el punto de vista económico Francia necesita grupos multimedia sólidos y dinámicos, gigantes capaces de enfrentar la competencia internacional. Pero también quiero que puedan ofrecer garantías de pluralismo y libertad de expresión, así como de buena salud social para el sector” (6 de octubre del 2015).

Pero ¿quién se atrevería a dudar que el pluralismo, la libertad de expresión y el empleo de los periodistas, son los únicos objetivos por los cuales se afanan en la actualidad los señores Bolloré, Drahi y sus multimillonarios amigos? El periodista de Le Figaro que entrevistaba a Fleur Pellerin hubiera podido tranquilizarla de inmediato. Pues es por pura casualidad que una de las poquísimas decisiones tomadas por Francois Hollande, que su diario, propiedad del Sr. Serge Dassault, juzga como excelente, sea la venta de aviones Rafale a Egipto: “Algunos denuncian la alianza con Egipto ya que su respeto por los derechos humanos no es irreprochable [sic]. Indudablemente olvidan los retos que encara este milenario país y los peligros que amenazan su región”. (editorial del 6 de agosto del 2015). Y fue también por otra casualidad que el 29 de julio pasado, Les Echos, propiedad de Bernard Arnault, dedica tres artículos al éxito de LVMH, propiedad de Arnault, que no festejaba ese día su cumpleaños.

En materia de empleo el balance es también triunfal: después de recurrir a Laurent Joffrin para reducir la redacción de Liberation que en la actualidad es sólo piel y huesos, Drahi, cuya compañía matriz está domiciliada en Guernesey, un paraíso fiscal, vuelca su atención al Express. (...)