Donald Trump había prometido que rechazaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés) y lo reemplazaría por uno mejor. El nuevo AEUMC demanda un balance cauteloso: junto a encomiables avances en materia laboral presenta peligrosas omisiones en materia medioambiental.
Después de trece meses de negociaciones, una versión revisada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) fue publicada el 30 de septiembre pasado. Algo que a nadie le sorprenderá: los gobiernos del estadounidense Donald Trump, del canadiense Justin Trudeau y del mexicano Enrique Peña Nieto no rompieron con el modelo comercial que prevalece desde comienzos de los años 90 y que favorece a las empresas en detrimento de las poblaciones. El nuevo texto, sin embargo, contiene varios avances importantes que, con la salvedad de que deben ser ratificados por el Congreso en 2019, podrían poner fin a ciertos perjuicios graves y persistentes causados por el antiguo tratado a millones de ciudadanos estadounidenses. Para aquellos que, junto a los sindicalistas y los ecologistas, combaten el libre comercio desde hace un cuarto de siglo, ya sería una gran victoria, cuyas consecuencias se extenderían mucho más allá del subcontinente...
Texto completo en la edición impresa del mes de diciembre 2018
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl