Reforma tributaria de Piñera en la encrucijada

Chile se encuentra enfrentado a una disyuntiva trascendente. Se concreta la idea de rechazar al regresivo proyecto de reforma tributaria o se impone la presión de Sebastián Piñera y su ministro de Hacienda, Felipe Larraín, para que se apruebe en general la idea de legislar.

El 11 de marzo se inició el segundo año de la administración de Sebastián Piñera caracterizado como en el que se pretende la aprobación de los llamados proyectos estructurales. Las iniciativas de reformas tributarias y de pensiones se encuentran presentadas al Congreso sin que hayan podido a la fecha avanzar por el rechazo encontrado a las propuestas. Los esfuerzos gubernamentales se concentraron prioritariamente en estos meses en buscar algún camino para que los textos se aprueben en general, lo que de producirse deja al Ejecutivo con la iniciativa plena en el proceso de discusión particular.

“El punto clave en la Cámara -expresó el diputado socialista Manuel Monsalve- es la votación de la idea de legislar. ¡Seamos francos!, es ahí donde tenemos la posibilidad de incidir, negociar y concordar con el gobierno” (10/03/19). Esto último es el objetivo central para el Ejecutivo en el debate producido. Sobre el carácter regresivo del proyecto presentado al Congreso ya nos referimos detalladamente en un artículo anterior en Le Monde Diplomatique, destacando que favorece a las grandes empresas y, por lo tanto, acentúa la desigualdad en la distribución de ingreso existente en el país. Su carácter hasta ahora sigue plenamente vigente...