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El derribo de estatuas en las plazas de Chile y Wallmapu

Caen los íconos de la memoria histórica colonial

En este ciclo de movilizaciones hemos asistido al derribamiento de una serie de estatuas. Este tipo de intervenciones en el mundo no son nuevas, así ha sido donde existen pueblos indígenas. En Los Ángeles (EEUU), en noviembre del 2018, se retiró la estatua de Cristóbal Colón bajo el argumento que “no hay que celebrar al responsable de un genocidio” (1). Algo similar ha ocurrido en el Puelmapu (Argentina), donde se ha generado todo un movimiento de desmonumentalización de las estatuas y calles que llevan el nombre del expresidente argentino, Julio Roca, cuestionado por ser genocida (2). Conocemos la historia colonial tras el emblema del español Cristóbal Colón, como también del liderazgo de Julio Roca en el genocidio de las campañas militares (conocida como la Campaña del Desierto) contra los pueblos indígenas (Mapuche, Tehuelche, entre otros) de la Pampa y la Patagonia. No son nuevas estas intervenciones donde están íconos Cristóbal Colón, Pedro de Valdivia, Francisco de Aguirre y Cornelio Saavedra, emblemas del genocidio.

Estas manifestaciones son el reflejo de una interpelación directa hacia la monumentalización de una memoria histórica colonial en Chile. Es un hecho que en el país no ha existido un debate en torno a los símbolos de corte republicano que ha levantado la historiografía chilena como la patrimonialización de figuras históricas que generan tensiones en la sociedad. Aquí es importante poner el acento en cómo en Chile se ha ido moldeando una memoria histórica muy ligada a desligarse de su pasado colonial y es por ello que ahora asistimos a estas interpelaciones. Cuando en el país se habla de colonialismo, tanto en la academia como en la política pública, se tiende a referirla solamente al período que los manuales escolares de historia establecen desde 1600 hasta l810. A partir de esta fecha el colonialismo desaparece por arte de magia. Y por este mismo arte gestiona dicho olvido, obviando la guerra militar que el Estado chileno realizó sin declaración alguna al pueblo mapuche. Y que, el mismo Estado, a partir de 1860, envío personas chilenas e inmigrantes europeos (hombres, mujeres y niños) hacia los territorios indígenas a fin de establecer una presencia constante a fin de terminar con una sociedad. Y que, bajo la entrega de terrenos y la fundación de centros urbanos, esta sociedad chilena y colona se desarrolló y sacó ventajas gracias a la agricultura, el ganado y el comercio, en detrimento del pueblo mapuche.

Caen las primeras estatuas
Es irrefutable que nos encontramos en un contexto de colonialismo de asentamiento chileno y es donde presenciamos estas reivindicaciones diremos anticoloniales, traducidas en el derribamiento de los iconos del colonialismo. Estas intervenciones buscan de algún modo descolonizar el imaginario colonial de la memoria histórica nacional impuesta en los centros urbanos fundados en el territorio mapuche. Es por ello que, el día sábado 2 de noviembre en la plaza de Cañete se derribó y se pintó de rojo -simbolizando la sangre- la estatua del colonizador español García Hurtado de Mendoza (1535-1609) (3). En aquella intervención la consigna era “el pueblo mapuche saluda al pueblo chileno que se levanta en dignidad” en total solidaridad con las movilizaciones del pueblo chileno. Sin embargo, días antes en la ciudad de Temuco, el pasado martes 29 de octubre, en la gran marcha mapuche presenciamos el primer derribo de una estatua. En aquel momento la marcha partió con dirección hacia la cárcel de Temuco a fin de haer una visita colectiva a los prisioneros políticos mapuche, en el transcurso de ésta se derribó la estatua del conquistador español Pedro de Valdivia (1497-1553), ubicada en la calle Balmaceda, frente a las dependencias de la Policía de Investigaciones. Luego la marcha se dirigió a la “plaza del hospital” donde se derribó una segunda estatua correspondiente al teniente Dagoberto Godoy (1893-1960), plaza pública que lleva su nombre desde 1966. Sí bien estas intervenciones han comenzado en territorio mapuche, de acuerdo a lo que significan estas figuras históricas para los pueblos indígenas, también se han visto en el norte de Chile; en Arica se derribó, el viernes 01 de noviembre la estatua de Cristóbal Colón (1451-1506). Ahora, el trato que han dado los medios de comunicación ha sido bien superficiales en abordar este tipo de intervenciones, que vienen a cuestionar y remover el status quo de la memoria histórica colonial chilena.

Estas intervenciones públicas tienen que ver, también, con lo que significa desmonumentalizar a figuras icónicas de lo que en la memoria histórica han sido violentas y que tienen consigo las acciones de conquista y colonialismo establecido desde el siglo XVI. Por tanto no debieran verse como hechos de vandalismo, sino que más bien vienen a interpelar la memoria histórica concebida en contextos coloniales. Como también de interrogar el por qué se tienen a dichas figuras en los espacios públicos, lugares donde la mayoría de la población suele descansar y congregarse. Ahora, la desmonumentalización se hace necesaria ya que, en términos históricos, la mayoría de estos monumentos, corresponden a hombres, blancos, conquistadores, militares, entre otros. También dichos monumentos encarnan el genocidio de los pueblos indígenas como también la validación del patriarcado en la memoria histórica, diremos “oficial”, donde siempre los monumentos están dedicados a hombres. Es por ello que ha sido interesante lo ocurrido en La Serena donde se ha derribado la estatua del conquistador español Francisco de Aguirre, y este ha sido sustituido por una imagen improvisada de Milanka, una mujer indígena Diaguita.

¿Qué son estos símbolos?
Las figuras o monumentos de Cristóbal Colón o de Pedro de Valdivia sin duda que representan tensiones en la sociedad chilena y los pueblos indígenas. En el sentido común de muchas personas suponen que Cristóbal Colón “descubrió” el continente que habitamos y que se le debiera otorgar un reconocimiento. Mientras que para los pueblos indígenas significa un antes y un después en el relato histórico de sus memorias. Es más, la figura de Pedro de Valdivia para el pueblo mapuche significa la declaración de la guerra justa (en palabras de Ginés de Sepúlveda), que él y La Corona española vino a imponer a través de la espada y la biblia (las empresas misioneras). En este sentido, aquí lo que están haciendo las intervenciones de derribamiento de estos íconos es una extensa crítica a la imposición tácita de lo que es la “doctrina del descubrimiento” y su esquema de dominación que viene prevaleciendo desde hace ya más de 500 años. Ahora mucho de esto tiene directa relación en cómo hemos sido (de)-formados en la formación escolar en lo que respecta a los contenidos de enseñanza de la historia, tanto en la educación básica, media y universitaria. Es un hecho de que la historia que se enseña en el territorio mapuche y otras regiones del país es una hecha en Santiago, donde los íconos y personajes, en su mayoría, provienen o tienen algún nexo con Europa. No es casualidad que la historia republicana pareciera ser una historia de la migración vasca, alemana, francesa e inglesa, de los cuales hoy en día sus descendientes son la elite blanca dominante en Chile, que se los está recordando constantemente. Este tipo de historia no representa de ningún modo la historia de una gran parte de la sociedad en Chile, ni menos lo que respecta a la historia de los pueblos indígenas o la historia mapuche.

Hace unos días, en Collipulli, se derribó la estatua del general Cornelio Saavedra (1821-1891) (4), quien al igual que su colega Julio Roca, lideró lo que la historiografía chilena llama “pacificación”, “incorporación”, “ocupación de la Araucanía” y, que para el pueblo mapuche significó una guerra de exterminio y desposesión, que en la actualidad con los archivos históricos existentes se podría hablar de genocidio. Sin embargo, la imagen de Cornelio Saavedra para el meta relato de la historia de Chile permanece intacta y fue una persona que desempeñó bien su rol al poder concretar militarmente la colonización del Estado chileno al sur del río Bío Bío. Es por ello que, en un sentido general, en el Wallmapu o territorio histórico mapuche, estas figuras u íconos no tienen mucha aceptación y vienen a significar la imposición de un colonialismo de asentamiento, donde la población colona reivindica sus propias figuras monumentales que legitiman su presencia, así como también la de sus instituciones políticas (el ejercito, la policía, los tribunales, entre otros).

Ahora, ¿qué responsabilidad le toca a la historiografía chilena en estos momentos? Pues, mucha responsabilidad en el hecho de que hasta hoy no ha hecho una reflexión en torno a la construcción de un discurso eurocentrado y nacionalista que legitiman. Del mismo modo no ha realizado un llamado a desmantelar estos meta relatos cargados de racismo y a frenar la monumentalización del colonialismo. Podemos ver que en discurso historiográfico chileno no existen aperturas a la participación de los pueblos indígenas. Las instituciones como el Consejo de Monumentos Nacionales no han realizado la debida reflexión en torno al pasado colonial y cómo perduran estos íconos en los espacios públicos del país. Es más, cuando se han planteado estas temáticas, todo queda en la clásica retórica “aquí todos somos chilenos” o que de alguna forma han fomentado actividades folclóricas de “nuestros pueblos indígenas”. Por tanto, existe mucho por desmantelar las lógicas coloniales que reproduce la historiografía y las ciencias sociales en Chile. Ahora, sería un error del Consejo de Monumentos Nacionales volver a restituir las estatuas derribadas. A partir de este momento se abre una oportunidad de comenzar nuevos procesos de restitución histórica y de la memoria de los pueblos indígenas avasallada por el meta relato nacional.

1. Los Ángeles retira una estatua de Colón: “No hay que celebrar al responsable de un genocidio” | Internacional | EL PAÍS. (n.d.). Retrieved November 3, 2019, from https://elpais.com/internacional/2018/11/11/actualidad/1541951100_644365.html
2. Argentina: Cuando un prócer es cuestionado por “genocida”—BBC News Mundo. (n.d.). Retrieved November 5, 2019, from https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/01/110104_julio_roca_retiro_estatuas_pl
3. Cañete: Derriban estatuas de Pedro de Valdivia y García Hurtado de Mendoza. (n.d.). Retrieved November 5, 2019, from https://www.elciudadano.com/chile/canete-derriban-estatuas-de-pedro-de-valdivia-y-garcia-hurtado-de-mendoza/11/02/
4. Derriban busto del fundador de Collipulli en la plaza de la comuna—Araucanía—24horas. (n.d.). Retrieved November 5, 2019, from https://www.24horas.cl/regiones/araucania/derriban-busto-del-fundador-de-collipulli-en-la-plaza-de-la-comuna-3693441

*Comunidad de historia mapuche, Wallmapu.

Herson Huinca Piutrin

Comunidad de historia mapuche, Wallmapu.

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